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Capítulo 8 - Reverted:
Felix seguía sin poder creer lo que sus ojos veían, pese a que no había duda alguna: Michelle se encontraba sobre la cama de la enfermería, esforzándose para recuperarse de un severo caso de “Lagune” Syndrome.
Habían pasado sólo unas escasas horas desde el rescate, pero a Felix le habían parecido una eternidad. Apenas había podido tocar la comida de la cafetería; y esta vez no tenía nada que ver con el desagradable aspecto de los alimentos, sino con los nervios que se apoderaban de su cuerpo. No había abierto siquiera sus libros, y eso, debía admitirlo, era muy raro en él.
Felix dejó escapar un alargado suspiro que manifestaba cansancio. La chica seguía inconsciente. Aunque de vez en cuando parecía que iba a despertar, pues movía los párpados y su cuerpo se tensaba de vez en cuando, además de que hablaba en sueños, no daba señales de hacerlo ese día.
El joven llevaba horas al lado de su cama, en vigía constante. Si hubiese sido otra persona la que se encontrara en la cama, muy probablemente hubiese hecho lo mismo; pero si fuese en otra situación, estaba seguro que no se habría preocupado tanto.
Sin embargo, la reciente reunión con el director Reynolds había desatado en el chico un extraño instinto protector. Ya sabía que a Michelle no le pasaría nada, era más que seguro; pero, por alguna razón, Felix quería estar allí cuando la chica despertara.
Por enésima vez en ese día, el chico recordó con un poco de escepticismo la conversación que él y el resto del Project “Psique” habían tenido con el director de la ACA, Reynolds.
—James, llama a tu padre. Vince, deja a la alumna en la cama. —había dicho el doctor Robinson, una vez el PP había llevado a la infectada a la enfermería del colegio. Vince, en ese momento, había odebecido la orden del médico; y fue allí cuando tanto Felix como Mike notaron que era su compañera la que descacnsaba en la cama.
James sacó su teléfono móvil, abriéndolo por la mitad con un rápido movimiento de mano. Presionó unos cuantos botones antes de llevárselo a la oreja derecha, donde el aparato, de color negro, se camufló con su largo cabello.
—Michelle... —susurró Felix, al mismo tiempo que su compañero Mike, mirando a la chica inconsciente en la cama. Por alguna razón, recordó el viejo cuento de hadas de la Bella Durmiente. Sintió el calor subir a sus mejillas, así que giró la cabeza para alejarse del campo visual de Mike. No estaba de humor para que el chico le sugeriese que la despertara con un beso.
—Ha perdido el conocimiento... Sí... —decía James por el teléfono—. ¿Eh? Roja, estoy seguro... ¿Es importante...? Amarillas... Sí... Al parecer... Todos salvo Samantha. Sin heridos.
—¿Está hablando con su padre? —preguntó Felix. Ethan asintió con la cabeza, impasible.
Mike le puso una mano en el hombro a Felix, expresando que le acompañaba. Pasó un momento allí, parado al lado de su amigo, hasta que le dijo:
—F, iré a los casilleros. Aún tenemos que ir a las dos últimas clases.
—Lo dudo. —intervino James, quien cerraba su móvil y lo metía en su bolsillo—. El director quiere vernos a todos. Parker, ¿puedes llamar a tu hermana Samantha?
Ethan asintió e, imitando lo que James había hecho hacía unos segundos, sacó su teléfono móvil
—Y ahora tengo que volver a ponerle la hora. Magnífico. —expresó, antes de llevarse el teléfono a la oreja.
—Pero si queréis, tenéis tiempo suficiente para tomar vuestras cosas. —dijo James—. Creo que el director tardará un poco en caminar desde su oficina hasta aquí.
—¿Entonces, F? —preguntó Mike de nuevo.
—Ve tú, si quieres.... —murmuró Felix, caminando hasta el escritorio de Robinson, tomando asiento en la silla para el visitante—. Aunque, ¿podrías traer mi mochila? Mi combinación es 21-11-31.
—21-11-31, vale. ¿Sabes que has cometido un grave error, verdad? —Mike le guiñó un ojo antes de salir de la enfermería.
Felix se refrescó con un poco de aire proveniente de su mano, gracias su Psique. Sin embargo, James le detuvo al instante, al escuchar la campana que indicaba el fin del antepenúltimo periodo y notar que Mike había dejado la puerta abierta.
Ethan le lanzó el saco del uniforme a Felix, para que se cubriera la mano, que ahora brillaba como una bombilla de color azul. El chico obedeció sin rechistar, pues bien sabía que semejante habilidad debía quedarse oculta en las sombras.
Tras unos minutos de espera, Mike entró de nuevo por la puerta, con su mochila al hombro y la de Felix en la mano. Ésta última, cabe decir, apenas se veía sostenida por el tirante y arrastraba por el suelo.
—Más cuidado, Mike. —pidió Felix, atrapando su mochila, recién lanzada por su compañero. La dejó caer en el suelo, sin la más mínima intención de deshacerse de los broches y sumergirse en los deberes del día.
—Me pides cuidado y la dejas caer...
El grupo, siempre acompañado por el Dr. Robinson, permaneció, expectante, dentro de la enfermería en todo momento. Tanto Samantha como Reynolds tardarían en llegar, puesto que, además de estar relativamente retirados del edificio escolar, tendrían que hacer preparaciones antes de emprender camino; Samantha tendría que cambiarse de ropa y, tal vez, tomar una breve ducha antes de lo dicho, mientras que Reynolds seguramente tendría que recopilar trozos de vieja información sobre el aparentemente extraño caso de Michelle.
Felix contempló a sus compañeros. Todos parecían preocupados, hasta cierto punto, salvo Robinson, quien seguramente sabría las razones detrás de semejante situación, y James, que tenía gran confianza en su padre. Vince permanecía sentado en otra de las camas, con Ethan a su lado; James y Robinson se encontraban de pie, el primero al lado de la puerta y el último junto a Michelle; Mike y Felix, por otro lado, prefirieron tomar asiento en las sillas del lugar.
Pasó un buen tiempo antes de que Samantha cruzara la puerta, con su uniforme formal puesto. Llevaba su pequeño maletín en una mano, y una bolsa de tela, seguramente otorgándole refugio a su ropa de gimnasia, en la otra.
—¿Pasa algo grave? —preguntó la chica, antes de dejar sus cosas en el suelo, a un lado de la puerta, y caminar hasta donde estaba su hermano Ethan.
—Oh, en absoluto. —respondió Robinson—. Es sólo una compañera de Felix, Mike, Vince y tu hermano, afectada por el síndrome. Sin embargo... Oh, mejor que os lo explique el director.
—¿Tiene Michelle algo especial? —se atrevió a preguntar Felix, levantándose de la silla.
—Ya veremos... —murmuró el médico, a manera de respuesta. Felix pasó entre los dos escritorios y caminó hasta la cama de Michelle, la primera del lado derecho.
—Lamento que te hayas visto arrastrada a todo esto... —susurró el chico, tomándole suavemente de la mano. Sintió como la muchacha le apretaba levemente, pero le restó importancia al hecho al pensar que seguramente se trataría de un acto reflejo.
No pasó mucho tiempo desde la llegada de Samantha cuando el director Reynolds atravesó la puerta con una pequeña máquina en la mano. Era del tamaño de una televisión portátil, y tenía una forma ciertamente parecida. De un lado colgaba un tubo de plástico, conectado a una diminuta, casi invisible, aguja en un extremo, y un tanque de plástico, colgante de la parte delantera de la máquina, en el otro.
Felix no tuvo que mirarlo por segunda vez. Estuvo seguro que aquel aparato era el utilizado para la extracción física del Psique, utilizada para rellenar los revólveres y como principal punto de investigación por parte del equipo de científicos detrás de semejante tecnología. ¿Pero en qué podría utilizarlo Reynolds? El día de extracción había sido el miércoles anterior, y Felix estaba seguro que no había ocasiones especiales... salvo una.
Miró a Michelle por enésima vez. Tan inocente, reposando en aquella cama, ignorante de lo que sucedía a su alrededor. ¿Acaso era ella, Michelle, una de las primeras amigas de Felix, gran compañera en el club de drama? ¿Acaso era ella una poseedora?
—No es posible... —murmuró el chico, al soltar la mano de la inconsciente Michelle y mirarse la palma. Brillaba, lo cual sólo sucedía en tres ocasiones: Al entrar a la zona, al usar el Psique, o al entrar en contacto con otro poseedor.
Pero claro, Felix se había refrescado con su Psique hacia unos momentos. Mike le había puesto la mano en el hombro también. ¿No eran ésas razones suficientes? No... Habían sucedido hacía un buen rato ya... En ese tiempo, la marca bien podía haberse apagado. ¡Aunque, claro, no contaba con un tiempo definido!
El cerebro de Felix detuvo su apresurada carrera para encontrar una respuesta cuando Vince alzó la mano y le mostró su marca, brillante también.
—No querrás decir que... —intervino Mike, poniéndose súbitamente de pie, empujando accidentalmente la silla hacia atrás. El resto del grupo no tardó en acercarse a la cama, mientras que Reynolds, en cambio, se colocó tranquilamente detrás de los muchachos.
—Veo que ya habéis formulado algunas teorías. —expresó el hombre, mirando al grupo con un asomo de sonrisa en el rostro. Tras oír sus palabras, los muchachos se dispersaron, como movidos por hilos invisibles de sólida autoridad.
—¿Pero cómo...?
Todos los ojos se clavaron en el director, esperando la ansiada explicación. El hombre, manteniéndose siempre sereno, se sentó en la cama contraria a la de Michelle, con todo el PP frente a él.
—Supongo que lo primero que queréis saber es qué le sucedió a Michelle exactamente, ¿no es así?
La gran mayoría asintió con la cabeza. El director Reynolds se aclaró la garganta antes de comenzar:
—Michelle, como ya habéis visto, posee un Psique. Si bien éste se encontraba latente, despertó como acto reflejo, con la intención de luchar contra el “Lagune” Syndrome que se apoderaba poco a poco de su cuerpo. Alguien con estas señales sufre un retraso en cuanto a los síntomas y desarrollo del síndrome, volviéndoles así más peligrosos. Estos individuos (muy inusuales, cabe decir) no tienen denominación alguna, así que procederemos a llamarles... —Reynolds se detuvo, esperando que los muchachos buscaran un nombre para las personas con esas características.
—Llamémosles... Umm... ¿Qué tal... “Reverted”...? Sabemos que el Psique revierte, durante cierto tiempo, algunos efectos del síndrome, así que... —sugirió Felix. Ya que nadie puso ningún pero, Reynolds denominó a los susodichos con tal nombre.
—De acuerdo... Los Reverted’s son, para el PP, posibles futuros miembros. Es fácil reconocerlos, pues una vez el síndrome y el Psique han despertado, su esclerótica (La parte blanca del ojo, Mike) se torna de color rojo. El resto de las señales o reglas de un infectado aplican para un Reverted, como los ojos amarillos o el viaje a la zona.
—¿Eso quiere decir que es probable que Michelle tenga un Psique? —preguntó Mike, mirando de reojo a su compañera.
—Es definitivo. —subrayó el hombre—. ¡Bien!, comenzaremos con el proceso de extracción del Psique.
Reynolds se levantó de la cama, no sin antes tomar el aparato que cumpliría con la tarea firmemente, para cruzar el espacio que lo separaba de Michelle con un par de pasos.
Colocó la máquina sobre la cama, a un lado de la chica. No sin antes presionar su correspondiente botón, los mecanismos del interior cobraron vida y provocaron que un zumbido llenara la habitación.
Felix conocía bien el proceso, pues James se lo había explicado ya. La aguja, en realidad, cuenta con dos diminutos conductos independientes, en lugar de uno, al igual que el tubo de plástico. Se penetra la carne desde el centro del triángulo de la marca, llegando al centro de la mano. Debido al escaso grosor de la jeringa, el dolor es apenas perceptible.
Al presionar el botón, un líquido negrusco y espeso recorre la mitad del conducto de plástico, en dirección a la mano del poseedor. Dicho líquido no es más sino un Corrupted derretido. Es una muestra de la sucia y repugnante masa en la que se convierten al morir.
Al entrar en el organismo, el líquido intenta tomar al poseedor como huésped, e infectarle con “Lagune” Syndrome. Sin embargo, si el cuerpo humano es una máquina perfecta, el de un poseedor de Psique debe superar con creces dicha clasificación. Los reflejos actuán rápidamente, sin darle tiempo a la sustancia invasora para actuar, enviando un líquido que le contrarresta en cuestión de microsegundos. Y es este líquido el cual es extraído por el segundo conducto, y llevado hasta el tanque donde se le almacenará.
Como bien se descubrió después de algunos años de investigación, la sustancia puede ser estimulada, provocando que emerga su potencial completo. Si bien varía con cada poseedor, la sustancia actúa siempre igual, como si los poseedores no fuesen más que vasos de agua, diferenciados simplemente por un sencillo colorante.
Acompañado por el zumbido de los mecanismos internos, un ligero sonido de succión pudo ser escuchado, mientras una sustancia de color azul brotaba de la mano de Michelle y ascendía por el tubo, hasta depositarse en el pequeño tanque de plástico.
—Pondré esto en un revólver dentro de un rato. —manifestó Reynolds, separando el pequeño recipiente de la máquina y guardándoselo en el bolsillo interior de su saco.
—Me parece que, exceptuándonos al director y a mí, sólo debería haber tres personas en la habitación, como se ha hecho siempre. —intervino Robinson.
—¿Puedo sugerir que dos de ellas sean Flynn y Johnson? —apuntó James, bastante seguro de la respuesta a su innecesaria pregunta. Reynolds afirmó con la cabeza.
—Creo que Sammy debería ser la tercera. —opinó Ethan, dándole una afectuosa palmada en la cabeza a la nombrada—. Michelle se sentirá más segura al ver a otra chica... supongo.
—No, si es que mujeres sobramos. —rió la muchacha, sarcásticamente.
—Entonces, está decidido. Vosotros tres, estad atentos. Os llamaré cuando Michelle despierte. —dijo Robinson, refiriéndose a los tres privilegiados que le darían la bienvenida a la chica una vez abandonara los brazos de Morfeo.
—Ahora, a clase, que una más no es nada. —rió Reynolds, incitando a los muchachos a dejar el lugar y prepararse para el último periodo, que no tardaría mucho en reemplazar al que estaba en curso. Ethan y Felix caminaron hasta el aula donde les impartirían la clase de Lengua, especializada en Literatura, en unos momentos más, mientras que Vince y Mike subieron a su clase de Trigonometría.
Y así, el tiempo pasó volando. Según el reloj de pared, eran ya las cinco menos quince, por lo que Felix tendría que empezar a prepararse para su club de Atletismo. Por suerte para él, llevaba consigo su ropa de gimnasia, preparada en una bolsa de tela que reposaba a sus pies.
El chico tomó el contenido, dejando la bolsa en el suelo, y se dispuso a cambiarse en la cama contigua a la de Michelle, donde las cortinas le proporcionarían, aunque limitada, cierta privacidad. Cuando terminó, se aseguró de poner todas sus pertenencias en la bolsa, para después atarla al tirante de su mochila y colgarse ambas del hombro.
—Perdón por haberte arrastrado en todo esto... —murmuró, al pasar una última vez al lado de Michelle. Su mano comenzó a brillar cuando le apartó el cabello del rostro con ternura...
—¿Ah, pero qué estoy haciendo? —pensó, apartándose de la chica.
—¿Que qué estás haciendo? Aprovechando una buena oportunidad, claro. —respondió la voz del Felix interno, generalmente oculto en las profundidades de su mente, ahora tomando el lugar de la tentación.
—¿Qué?
—Piénsalo... Como Michelle se entere de que has pasado tanto tiempo, aquí a su lado, seguro que se alegrará como nunca. Un gesto como ése no pasa desapercibido.
—No, no es eso. Es sólo que... quiero protegerla. Después de todo, casi pierde la vida y...
—¡Ah, ah, ah, ah! —interrumpió su contraparte—. Lo que pasa es que te gusta, no lo niegues.
—No, no es eso... Se siente como... ¡como el afecto hacia una hermana, eso!
—Uf, tío, entonces creo que nos va el incesto porque...
La alarma de emergencia de su reloj de muñeca le sacó de su ensimismamiento, avisándole que llegaría tarde a su club si no se apresuraba.
Felix miró a Michelle una última vez antes de salir por la puerta. Indudablemente, iba a ser un largo día, con muchas cosas para pensar.
Felix seguía sin poder creer lo que sus ojos veían, pese a que no había duda alguna: Michelle se encontraba sobre la cama de la enfermería, esforzándose para recuperarse de un severo caso de “Lagune” Syndrome.
Habían pasado sólo unas escasas horas desde el rescate, pero a Felix le habían parecido una eternidad. Apenas había podido tocar la comida de la cafetería; y esta vez no tenía nada que ver con el desagradable aspecto de los alimentos, sino con los nervios que se apoderaban de su cuerpo. No había abierto siquiera sus libros, y eso, debía admitirlo, era muy raro en él.
Felix dejó escapar un alargado suspiro que manifestaba cansancio. La chica seguía inconsciente. Aunque de vez en cuando parecía que iba a despertar, pues movía los párpados y su cuerpo se tensaba de vez en cuando, además de que hablaba en sueños, no daba señales de hacerlo ese día.
El joven llevaba horas al lado de su cama, en vigía constante. Si hubiese sido otra persona la que se encontrara en la cama, muy probablemente hubiese hecho lo mismo; pero si fuese en otra situación, estaba seguro que no se habría preocupado tanto.
Sin embargo, la reciente reunión con el director Reynolds había desatado en el chico un extraño instinto protector. Ya sabía que a Michelle no le pasaría nada, era más que seguro; pero, por alguna razón, Felix quería estar allí cuando la chica despertara.
Por enésima vez en ese día, el chico recordó con un poco de escepticismo la conversación que él y el resto del Project “Psique” habían tenido con el director de la ACA, Reynolds.
—James, llama a tu padre. Vince, deja a la alumna en la cama. —había dicho el doctor Robinson, una vez el PP había llevado a la infectada a la enfermería del colegio. Vince, en ese momento, había odebecido la orden del médico; y fue allí cuando tanto Felix como Mike notaron que era su compañera la que descacnsaba en la cama.
James sacó su teléfono móvil, abriéndolo por la mitad con un rápido movimiento de mano. Presionó unos cuantos botones antes de llevárselo a la oreja derecha, donde el aparato, de color negro, se camufló con su largo cabello.
—Michelle... —susurró Felix, al mismo tiempo que su compañero Mike, mirando a la chica inconsciente en la cama. Por alguna razón, recordó el viejo cuento de hadas de la Bella Durmiente. Sintió el calor subir a sus mejillas, así que giró la cabeza para alejarse del campo visual de Mike. No estaba de humor para que el chico le sugeriese que la despertara con un beso.
—Ha perdido el conocimiento... Sí... —decía James por el teléfono—. ¿Eh? Roja, estoy seguro... ¿Es importante...? Amarillas... Sí... Al parecer... Todos salvo Samantha. Sin heridos.
—¿Está hablando con su padre? —preguntó Felix. Ethan asintió con la cabeza, impasible.
Mike le puso una mano en el hombro a Felix, expresando que le acompañaba. Pasó un momento allí, parado al lado de su amigo, hasta que le dijo:
—F, iré a los casilleros. Aún tenemos que ir a las dos últimas clases.
—Lo dudo. —intervino James, quien cerraba su móvil y lo metía en su bolsillo—. El director quiere vernos a todos. Parker, ¿puedes llamar a tu hermana Samantha?
Ethan asintió e, imitando lo que James había hecho hacía unos segundos, sacó su teléfono móvil
—Y ahora tengo que volver a ponerle la hora. Magnífico. —expresó, antes de llevarse el teléfono a la oreja.
—Pero si queréis, tenéis tiempo suficiente para tomar vuestras cosas. —dijo James—. Creo que el director tardará un poco en caminar desde su oficina hasta aquí.
—¿Entonces, F? —preguntó Mike de nuevo.
—Ve tú, si quieres.... —murmuró Felix, caminando hasta el escritorio de Robinson, tomando asiento en la silla para el visitante—. Aunque, ¿podrías traer mi mochila? Mi combinación es 21-11-31.
—21-11-31, vale. ¿Sabes que has cometido un grave error, verdad? —Mike le guiñó un ojo antes de salir de la enfermería.
Felix se refrescó con un poco de aire proveniente de su mano, gracias su Psique. Sin embargo, James le detuvo al instante, al escuchar la campana que indicaba el fin del antepenúltimo periodo y notar que Mike había dejado la puerta abierta.
Ethan le lanzó el saco del uniforme a Felix, para que se cubriera la mano, que ahora brillaba como una bombilla de color azul. El chico obedeció sin rechistar, pues bien sabía que semejante habilidad debía quedarse oculta en las sombras.
Tras unos minutos de espera, Mike entró de nuevo por la puerta, con su mochila al hombro y la de Felix en la mano. Ésta última, cabe decir, apenas se veía sostenida por el tirante y arrastraba por el suelo.
—Más cuidado, Mike. —pidió Felix, atrapando su mochila, recién lanzada por su compañero. La dejó caer en el suelo, sin la más mínima intención de deshacerse de los broches y sumergirse en los deberes del día.
—Me pides cuidado y la dejas caer...
El grupo, siempre acompañado por el Dr. Robinson, permaneció, expectante, dentro de la enfermería en todo momento. Tanto Samantha como Reynolds tardarían en llegar, puesto que, además de estar relativamente retirados del edificio escolar, tendrían que hacer preparaciones antes de emprender camino; Samantha tendría que cambiarse de ropa y, tal vez, tomar una breve ducha antes de lo dicho, mientras que Reynolds seguramente tendría que recopilar trozos de vieja información sobre el aparentemente extraño caso de Michelle.
Felix contempló a sus compañeros. Todos parecían preocupados, hasta cierto punto, salvo Robinson, quien seguramente sabría las razones detrás de semejante situación, y James, que tenía gran confianza en su padre. Vince permanecía sentado en otra de las camas, con Ethan a su lado; James y Robinson se encontraban de pie, el primero al lado de la puerta y el último junto a Michelle; Mike y Felix, por otro lado, prefirieron tomar asiento en las sillas del lugar.
Pasó un buen tiempo antes de que Samantha cruzara la puerta, con su uniforme formal puesto. Llevaba su pequeño maletín en una mano, y una bolsa de tela, seguramente otorgándole refugio a su ropa de gimnasia, en la otra.
—¿Pasa algo grave? —preguntó la chica, antes de dejar sus cosas en el suelo, a un lado de la puerta, y caminar hasta donde estaba su hermano Ethan.
—Oh, en absoluto. —respondió Robinson—. Es sólo una compañera de Felix, Mike, Vince y tu hermano, afectada por el síndrome. Sin embargo... Oh, mejor que os lo explique el director.
—¿Tiene Michelle algo especial? —se atrevió a preguntar Felix, levantándose de la silla.
—Ya veremos... —murmuró el médico, a manera de respuesta. Felix pasó entre los dos escritorios y caminó hasta la cama de Michelle, la primera del lado derecho.
—Lamento que te hayas visto arrastrada a todo esto... —susurró el chico, tomándole suavemente de la mano. Sintió como la muchacha le apretaba levemente, pero le restó importancia al hecho al pensar que seguramente se trataría de un acto reflejo.
No pasó mucho tiempo desde la llegada de Samantha cuando el director Reynolds atravesó la puerta con una pequeña máquina en la mano. Era del tamaño de una televisión portátil, y tenía una forma ciertamente parecida. De un lado colgaba un tubo de plástico, conectado a una diminuta, casi invisible, aguja en un extremo, y un tanque de plástico, colgante de la parte delantera de la máquina, en el otro.
Felix no tuvo que mirarlo por segunda vez. Estuvo seguro que aquel aparato era el utilizado para la extracción física del Psique, utilizada para rellenar los revólveres y como principal punto de investigación por parte del equipo de científicos detrás de semejante tecnología. ¿Pero en qué podría utilizarlo Reynolds? El día de extracción había sido el miércoles anterior, y Felix estaba seguro que no había ocasiones especiales... salvo una.
Miró a Michelle por enésima vez. Tan inocente, reposando en aquella cama, ignorante de lo que sucedía a su alrededor. ¿Acaso era ella, Michelle, una de las primeras amigas de Felix, gran compañera en el club de drama? ¿Acaso era ella una poseedora?
—No es posible... —murmuró el chico, al soltar la mano de la inconsciente Michelle y mirarse la palma. Brillaba, lo cual sólo sucedía en tres ocasiones: Al entrar a la zona, al usar el Psique, o al entrar en contacto con otro poseedor.
Pero claro, Felix se había refrescado con su Psique hacia unos momentos. Mike le había puesto la mano en el hombro también. ¿No eran ésas razones suficientes? No... Habían sucedido hacía un buen rato ya... En ese tiempo, la marca bien podía haberse apagado. ¡Aunque, claro, no contaba con un tiempo definido!
El cerebro de Felix detuvo su apresurada carrera para encontrar una respuesta cuando Vince alzó la mano y le mostró su marca, brillante también.
—No querrás decir que... —intervino Mike, poniéndose súbitamente de pie, empujando accidentalmente la silla hacia atrás. El resto del grupo no tardó en acercarse a la cama, mientras que Reynolds, en cambio, se colocó tranquilamente detrás de los muchachos.
—Veo que ya habéis formulado algunas teorías. —expresó el hombre, mirando al grupo con un asomo de sonrisa en el rostro. Tras oír sus palabras, los muchachos se dispersaron, como movidos por hilos invisibles de sólida autoridad.
—¿Pero cómo...?
Todos los ojos se clavaron en el director, esperando la ansiada explicación. El hombre, manteniéndose siempre sereno, se sentó en la cama contraria a la de Michelle, con todo el PP frente a él.
—Supongo que lo primero que queréis saber es qué le sucedió a Michelle exactamente, ¿no es así?
La gran mayoría asintió con la cabeza. El director Reynolds se aclaró la garganta antes de comenzar:
—Michelle, como ya habéis visto, posee un Psique. Si bien éste se encontraba latente, despertó como acto reflejo, con la intención de luchar contra el “Lagune” Syndrome que se apoderaba poco a poco de su cuerpo. Alguien con estas señales sufre un retraso en cuanto a los síntomas y desarrollo del síndrome, volviéndoles así más peligrosos. Estos individuos (muy inusuales, cabe decir) no tienen denominación alguna, así que procederemos a llamarles... —Reynolds se detuvo, esperando que los muchachos buscaran un nombre para las personas con esas características.
—Llamémosles... Umm... ¿Qué tal... “Reverted”...? Sabemos que el Psique revierte, durante cierto tiempo, algunos efectos del síndrome, así que... —sugirió Felix. Ya que nadie puso ningún pero, Reynolds denominó a los susodichos con tal nombre.
—De acuerdo... Los Reverted’s son, para el PP, posibles futuros miembros. Es fácil reconocerlos, pues una vez el síndrome y el Psique han despertado, su esclerótica (La parte blanca del ojo, Mike) se torna de color rojo. El resto de las señales o reglas de un infectado aplican para un Reverted, como los ojos amarillos o el viaje a la zona.
—¿Eso quiere decir que es probable que Michelle tenga un Psique? —preguntó Mike, mirando de reojo a su compañera.
—Es definitivo. —subrayó el hombre—. ¡Bien!, comenzaremos con el proceso de extracción del Psique.
Reynolds se levantó de la cama, no sin antes tomar el aparato que cumpliría con la tarea firmemente, para cruzar el espacio que lo separaba de Michelle con un par de pasos.
Colocó la máquina sobre la cama, a un lado de la chica. No sin antes presionar su correspondiente botón, los mecanismos del interior cobraron vida y provocaron que un zumbido llenara la habitación.
Felix conocía bien el proceso, pues James se lo había explicado ya. La aguja, en realidad, cuenta con dos diminutos conductos independientes, en lugar de uno, al igual que el tubo de plástico. Se penetra la carne desde el centro del triángulo de la marca, llegando al centro de la mano. Debido al escaso grosor de la jeringa, el dolor es apenas perceptible.
Al presionar el botón, un líquido negrusco y espeso recorre la mitad del conducto de plástico, en dirección a la mano del poseedor. Dicho líquido no es más sino un Corrupted derretido. Es una muestra de la sucia y repugnante masa en la que se convierten al morir.
Al entrar en el organismo, el líquido intenta tomar al poseedor como huésped, e infectarle con “Lagune” Syndrome. Sin embargo, si el cuerpo humano es una máquina perfecta, el de un poseedor de Psique debe superar con creces dicha clasificación. Los reflejos actuán rápidamente, sin darle tiempo a la sustancia invasora para actuar, enviando un líquido que le contrarresta en cuestión de microsegundos. Y es este líquido el cual es extraído por el segundo conducto, y llevado hasta el tanque donde se le almacenará.
Como bien se descubrió después de algunos años de investigación, la sustancia puede ser estimulada, provocando que emerga su potencial completo. Si bien varía con cada poseedor, la sustancia actúa siempre igual, como si los poseedores no fuesen más que vasos de agua, diferenciados simplemente por un sencillo colorante.
Acompañado por el zumbido de los mecanismos internos, un ligero sonido de succión pudo ser escuchado, mientras una sustancia de color azul brotaba de la mano de Michelle y ascendía por el tubo, hasta depositarse en el pequeño tanque de plástico.
—Pondré esto en un revólver dentro de un rato. —manifestó Reynolds, separando el pequeño recipiente de la máquina y guardándoselo en el bolsillo interior de su saco.
—Me parece que, exceptuándonos al director y a mí, sólo debería haber tres personas en la habitación, como se ha hecho siempre. —intervino Robinson.
—¿Puedo sugerir que dos de ellas sean Flynn y Johnson? —apuntó James, bastante seguro de la respuesta a su innecesaria pregunta. Reynolds afirmó con la cabeza.
—Creo que Sammy debería ser la tercera. —opinó Ethan, dándole una afectuosa palmada en la cabeza a la nombrada—. Michelle se sentirá más segura al ver a otra chica... supongo.
—No, si es que mujeres sobramos. —rió la muchacha, sarcásticamente.
—Entonces, está decidido. Vosotros tres, estad atentos. Os llamaré cuando Michelle despierte. —dijo Robinson, refiriéndose a los tres privilegiados que le darían la bienvenida a la chica una vez abandonara los brazos de Morfeo.
—Ahora, a clase, que una más no es nada. —rió Reynolds, incitando a los muchachos a dejar el lugar y prepararse para el último periodo, que no tardaría mucho en reemplazar al que estaba en curso. Ethan y Felix caminaron hasta el aula donde les impartirían la clase de Lengua, especializada en Literatura, en unos momentos más, mientras que Vince y Mike subieron a su clase de Trigonometría.
Y así, el tiempo pasó volando. Según el reloj de pared, eran ya las cinco menos quince, por lo que Felix tendría que empezar a prepararse para su club de Atletismo. Por suerte para él, llevaba consigo su ropa de gimnasia, preparada en una bolsa de tela que reposaba a sus pies.
El chico tomó el contenido, dejando la bolsa en el suelo, y se dispuso a cambiarse en la cama contigua a la de Michelle, donde las cortinas le proporcionarían, aunque limitada, cierta privacidad. Cuando terminó, se aseguró de poner todas sus pertenencias en la bolsa, para después atarla al tirante de su mochila y colgarse ambas del hombro.
—Perdón por haberte arrastrado en todo esto... —murmuró, al pasar una última vez al lado de Michelle. Su mano comenzó a brillar cuando le apartó el cabello del rostro con ternura...
—¿Ah, pero qué estoy haciendo? —pensó, apartándose de la chica.
—¿Que qué estás haciendo? Aprovechando una buena oportunidad, claro. —respondió la voz del Felix interno, generalmente oculto en las profundidades de su mente, ahora tomando el lugar de la tentación.
—¿Qué?
—Piénsalo... Como Michelle se entere de que has pasado tanto tiempo, aquí a su lado, seguro que se alegrará como nunca. Un gesto como ése no pasa desapercibido.
—No, no es eso. Es sólo que... quiero protegerla. Después de todo, casi pierde la vida y...
—¡Ah, ah, ah, ah! —interrumpió su contraparte—. Lo que pasa es que te gusta, no lo niegues.
—No, no es eso... Se siente como... ¡como el afecto hacia una hermana, eso!
—Uf, tío, entonces creo que nos va el incesto porque...
La alarma de emergencia de su reloj de muñeca le sacó de su ensimismamiento, avisándole que llegaría tarde a su club si no se apresuraba.
Felix miró a Michelle una última vez antes de salir por la puerta. Indudablemente, iba a ser un largo día, con muchas cosas para pensar.
Versión PDF:
Extra - Breakin' the fourth wall (1):
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Soundtrack (?): http://www.youtube.com/watch?v=Yz_QVy_EsFg
(Felix, Mike, Michelle y Vince se encuentran en clase de Historia, la única en la que coincide un significativo número de miembros del PP. La profesora decide salir del salón de clases hacia la sala de maestros, con la intención de tomar un mapa olvidado en el escritorio de dicha oficina)
Vince: Al fin un poco de tiempo de... relajación. (Se acuesta sobre su escritorio). Con esta señora, no tenemos tiempo para nada.
Felix: ¿Y qué esperabas? Es una clase, impartida por un profesor, una autoridad, al que debemos obedecer y respetar siempre con...
Mike (interrumpiendo): F, cállate. Ya vale, me gusta la Historia, sí, pero seguro que en una prisión la disfrutas más que aquí.
Felix: Pero es que...
Michelle (interrumpiendo): Pero es que nada. F, a veces pienso que eres demasiado serio.
Felix: ¡Eh, que puedo ser divertido también! ¡Todavía recuerdo el olor de Mario! Tenéis que admitirlo, fue una escena graciosa.
Mike: La comedia física es para novatos. Además, has dado más pena que risa.
Vince (ignorándoles): Por cierto, ¿qué os ha parecido el capítulo de esta semana?
Mike: Muy corto, si me lo preguntas.
Felix (molesto): Pues sí, te lo preguntó. Es lógico que sería un poco corto, al ser solamente explicativo. No había gran cosa en el guión. Personalmente, a mí no me ha gustado el asunto de mi flashback, pero qué se le va hacer... Si a Zero le gusta más así...
Michelle: Me gusta, como todos. Pero... para una vez que salgo, y me la paso dormida...
Mike: Pues claro, si eso es lo que hacen los secundarios.
Michelle (molesta): ¿Pero qué no has puesto atención? Dentro de nada seré miembro del PP; y de ahí a prota, no hay mucho trecho.
Mike: Eh, que aquí los únicos protas somos Felix y yo.
Felix (al margen): Haciéndose el importante de nuevo...
Mike: Los demás sois secundarios o fanservice, como en el extra de la pisci...
Felix (deteniéndole): ¡Eh, que ése todavía no sale!
Michelle: ¿Fan... service...? ¿Cómo puedes hacer eso en una novela ESCRITA?
Mike: Fanart.
Michelle: ...
(Hay un silencio incómodo entre los muchachos, apenas roto por los murmullos del resto de los compañeros)
Vince: En fin, discusiones fuera... Me he enterado de algunas cosillas y... ¡Ta-dada-dá! (Saca una hoja de papel de su mochila).
Felix: Y ahora sabes de qué va el siguiente cap, ¿a que sí?
Vince: ...
Mike: Pues venga.
Vince (leyendo): “Capítulo nueve. ‘Tutor’”. (Carraspea) “El capítulo gira en torno a Felix y Michelle, quien finalmente ha despertado y decide unirse al Project ‘Psique’. Puesto que Felix tiene una gran ventaja, al haber luchado contra un infectado por el ‘Lagune’ Syndrome, se le pide que acompañe a Michelle a una misión de limpieza y le enseñe lo básico”.
Felix: ¿Limpieza? Como nos pongan los cuatro pisos del escolar, nos lo pasaremos...
Vince: “Como un pequeño extra, es probable que se agreguen cosas de los miembros del PP, principalmente Vince e Ethan, entre escena y escena. No lo tengo muy claro”.
Vince: “Objetivos:
• Ampliar la relación de amistad [por ahora ;) ] de Felix y Michelle.
• Mostrar nuevos tipos de Corrupted, junto con sus nuevos nombres. Hopper y Angel definitivos.
• Mostrar el Psique de Michelle.”
Vince: ¡Anda, Michelle si tu Psique es de...!
(El lugar es súbitamente engullido por un amplio espacio vacío de color negro. De pie en el centro, se halla un chico de unos 16 años con el uniforme de la academia puesto, y una banda de color verde en su hombro izquierdo)
Zero: Pero qué problemáticos estos chicos... No vuelvo a tirar el cuarto muro, que me llenarán esto de spoilers. Para eso ya está Youtube o el subforo BbS de KHWorld.
Zero: En fin, esto ha sido un pequeño extra [no muy original, la verdad] para compensar el corto capítulo de esta semana. Os prometo, lectores, que el próximo superará las 10 páginas, como siempre (Sonríe).
Zero: No os perdáis el próximo capítulo: “Tutor”. Zero sez: Cya~~!!
(Felix, Mike, Michelle y Vince se encuentran en clase de Historia, la única en la que coincide un significativo número de miembros del PP. La profesora decide salir del salón de clases hacia la sala de maestros, con la intención de tomar un mapa olvidado en el escritorio de dicha oficina)
Vince: Al fin un poco de tiempo de... relajación. (Se acuesta sobre su escritorio). Con esta señora, no tenemos tiempo para nada.
Felix: ¿Y qué esperabas? Es una clase, impartida por un profesor, una autoridad, al que debemos obedecer y respetar siempre con...
Mike (interrumpiendo): F, cállate. Ya vale, me gusta la Historia, sí, pero seguro que en una prisión la disfrutas más que aquí.
Felix: Pero es que...
Michelle (interrumpiendo): Pero es que nada. F, a veces pienso que eres demasiado serio.
Felix: ¡Eh, que puedo ser divertido también! ¡Todavía recuerdo el olor de Mario! Tenéis que admitirlo, fue una escena graciosa.
Mike: La comedia física es para novatos. Además, has dado más pena que risa.
Vince (ignorándoles): Por cierto, ¿qué os ha parecido el capítulo de esta semana?
Mike: Muy corto, si me lo preguntas.
Felix (molesto): Pues sí, te lo preguntó. Es lógico que sería un poco corto, al ser solamente explicativo. No había gran cosa en el guión. Personalmente, a mí no me ha gustado el asunto de mi flashback, pero qué se le va hacer... Si a Zero le gusta más así...
Michelle: Me gusta, como todos. Pero... para una vez que salgo, y me la paso dormida...
Mike: Pues claro, si eso es lo que hacen los secundarios.
Michelle (molesta): ¿Pero qué no has puesto atención? Dentro de nada seré miembro del PP; y de ahí a prota, no hay mucho trecho.
Mike: Eh, que aquí los únicos protas somos Felix y yo.
Felix (al margen): Haciéndose el importante de nuevo...
Mike: Los demás sois secundarios o fanservice, como en el extra de la pisci...
Felix (deteniéndole): ¡Eh, que ése todavía no sale!
Michelle: ¿Fan... service...? ¿Cómo puedes hacer eso en una novela ESCRITA?
Mike: Fanart.
Michelle: ...
(Hay un silencio incómodo entre los muchachos, apenas roto por los murmullos del resto de los compañeros)
Vince: En fin, discusiones fuera... Me he enterado de algunas cosillas y... ¡Ta-dada-dá! (Saca una hoja de papel de su mochila).
Felix: Y ahora sabes de qué va el siguiente cap, ¿a que sí?
Vince: ...
Mike: Pues venga.
Vince (leyendo): “Capítulo nueve. ‘Tutor’”. (Carraspea) “El capítulo gira en torno a Felix y Michelle, quien finalmente ha despertado y decide unirse al Project ‘Psique’. Puesto que Felix tiene una gran ventaja, al haber luchado contra un infectado por el ‘Lagune’ Syndrome, se le pide que acompañe a Michelle a una misión de limpieza y le enseñe lo básico”.
Felix: ¿Limpieza? Como nos pongan los cuatro pisos del escolar, nos lo pasaremos...
Vince: “Como un pequeño extra, es probable que se agreguen cosas de los miembros del PP, principalmente Vince e Ethan, entre escena y escena. No lo tengo muy claro”.
Vince: “Objetivos:
• Ampliar la relación de amistad [por ahora ;) ] de Felix y Michelle.
• Mostrar nuevos tipos de Corrupted, junto con sus nuevos nombres. Hopper y Angel definitivos.
• Mostrar el Psique de Michelle.”
Vince: ¡Anda, Michelle si tu Psique es de...!
(El lugar es súbitamente engullido por un amplio espacio vacío de color negro. De pie en el centro, se halla un chico de unos 16 años con el uniforme de la academia puesto, y una banda de color verde en su hombro izquierdo)
Zero: Pero qué problemáticos estos chicos... No vuelvo a tirar el cuarto muro, que me llenarán esto de spoilers. Para eso ya está Youtube o el subforo BbS de KHWorld.
Zero: En fin, esto ha sido un pequeño extra [no muy original, la verdad] para compensar el corto capítulo de esta semana. Os prometo, lectores, que el próximo superará las 10 páginas, como siempre (Sonríe).
Zero: No os perdáis el próximo capítulo: “Tutor”. Zero sez: Cya~~!!
Respuestas al lector:
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Ichi.- Persona influenció, sí, pero no tanto como puede parecer en un inicio. Psique comenzó como un pequeño cómic cuando yo tenía 12 años. Claro, no se llamaba Psique, y los personajes eran completamente distintos, pero los Corrupted's y el Psique seguían allí, aunque con otro nombre. Debo admitir que P3 me influenció para comenzar el PP y lo del tiempo detenido. Persona 4, por otro lado... Bueno, de vez en cuando escucho algunos temas de la OST para escribir... ¿Eso es influencia? xD
Sombra.- Sí, he jugado P3 y P4, y comencé el P2 (IS) hace tiempo, pero lo dejé abandonado. Sobre tus semejanzas, sólo el PP vendría a ser el SEES ^^U (Mencionado en el mensaje para Ichi). En cuanto a lo de que Felix se muda, no había notado la semejanza, la verdad.
Jeanne.- Un punto de vista bueno :3
Oh, y quiero FanArt =DDD (?)
Sombra.- Sí, he jugado P3 y P4, y comencé el P2 (IS) hace tiempo, pero lo dejé abandonado. Sobre tus semejanzas, sólo el PP vendría a ser el SEES ^^U (Mencionado en el mensaje para Ichi). En cuanto a lo de que Felix se muda, no había notado la semejanza, la verdad.
Jeanne.- Un punto de vista bueno :3
Oh, y quiero FanArt =DDD (?)