Capítulo 1: La extraña puerta
Jay estaba que echaba humo por las orejas, no sabía la razón por la que la puerta no podía abrirse. Había pedido la llave al personal del instituto, pero decían que esa llave no la poseía nadie, intentó abrirla por sus propios medios trayendo herramientas a clase, pero tampoco funciono. Solo le quedaba el apoyo de sus amigos,solo podía contar con ellos para abrir la maldita puerta, así que se giró para volver a la cola y contárselo todo. Pero no hizo falta, porque al girarse vio que sus tres amigos estaban en frente suyo, esperando una explicación por su comportamiento.
-Tío otra vez con esa estúpida puerta.- comenzó a hablar Bocs
-Si Bocs, otra vez con la puerta. Pero os juro que esta vez si que lo conseguiré abrir la puerta.
-Si, lo mismo que dijiste la última vez, y la anterior, y la anterior…
A Jay le parecía el mejor momento para contarles la verdad. Así que respiró profundamente y comenzó a hablar.
-Chicos, la verdad es que tengo una razón para saber que hay dentro de la puerta. Cuando estábamos en primero estábamos jugando por aquí detrás porque no teníamos otro sitio para jugar, y me encontré con esto- dijo sacándose del bolsillo más grande de su pantalón un pequeño libro- este extraño libro.-se lo lanzó a Bocs para que lo viese y continuó hablando-Lo extraño no fue eso, sino que al cabo de unos días volví aquí una tarde, y entonces ocurrió algo muy extraño.- los chicos, atentos a la explicación de su amigo, se acercaron poco a poco curiosos, queriendo saber el secreto de la puerta-La puerta se abrió y de ella salió una enorme nube de humo, detrás de la nube de humo, apareció una extraña silueta que parecía venir hacía mí. Me cagué... y me fui corriendo a mi casa...
Entonces se hizo un silencio bastante molesto hasta que Bocs soltó una risilla.
-Vale Jay, muy gracioso, ahora cuéntanos la historia de verdad.
-¡No os estoy mintiendo!
-Por Dios Jay, es una trola tan grande como una casa, si crees que alguien te va a creer estas muy equivocado…
-Caya Adler, yo le creo- dijo Amelia.
-¿Cómo?
-La verdad... ¡es que en tercero me pasó exactamente lo mismo!-sus amigos la miraron impresionados- Volví al instituto al mediodía porque se me había olvidado un libro en clase, entonces vi como por detrás salía una extraña nube de humo, pensé que estaban quemando algo y me acerqué. Entonces vi que de la puerta salía una chica. Cuando me acerque a ella se asustó y volvió a meterse en la puerta. No la he vuelto a ver por aquí.
Adler no podía creerse lo que estaba escuchando. Miró a sus amigos embobado durante unos segundos, entonces sacudió la cabeza para volver en sí.
-Bocs, ¿estas escuchando lo que están diciendo estos dos?- le preguntó Adler, aunque Bocs estaba demasiado concentrado leyendo el libro que le había pasado Jay.-¡Bocs!-Bocs estaba demasiado concentrado en la lectura y no escuchaba los gritos de su amigo-¡BOCS ESCUCHA COÑO!-gritó por ultima vez a amigo dándole una colleja.
-¡QUE!
-¡TE ESTOY HABLANDO!
-¿Que mas da eso?¿Has visto esto?
-¿El que?
-¡Esta mierda!Dice que... existe una especie de teoría, que estamos cohesionados con otro mundo por distintas rutas...estas rutas no suelen abrirse con facilidad, solo con un extraño código y bla,bla,bla.
-Espera, pasa para acá e libro-dijo Adler mientras Bocs le tiraba el libro. Comenzó a leer desde la página donde se había quedado Bocs.- Su puta madre…es verdad.
-¿Ves? Te lo dije- dijo Jay
Adler no sabía que creer, todo el mundo decía que era verdad, incluso lo ponía en el libro. Desde entonces no se había interesado por esa "inutil" puerta, pero de repente sentía mucha curiosidad por ella, al igual que sus demás amigos.
-¿Sabeís si alguien del insti sabe algo más sobre esto?.preguntó Adler antes acabar de leer la página.
-La verdad es que no- le contestó Amelia.
-Ni yo...-dijo Jay apenado
-Yop tampoco
Los chicos se quedaron en silencio un momento,pensando quien podría haber visto también la puerta abierta.
-¿Cooper?-pensó al azar Jay
-Puede ser, siempre esta en el colegio...Ahora mismo creo que estaba ayudando a vender los libros.
-Ya...pero ese chaval es un imbécil-dijo Amelia- Siempre esta tratando a los demás como si fuésemos un montón de basura. Además siempre a nosotros, a los mayores les trata como dioses.
-Bueno, siempre y cuando no le toquen los huevos.
-De todas maneras con algo tenemos que empezar-dijo Jay para animarlos- Así que vamos a ver si sabe algo...
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Volvieron a la entrada del instituto, y en efecto Cooper estaba ayudando a las señoras con los libros de texto. Se acercaron lentamente a él.
-Ehmm ¡Hola Cooper! ¿Qué pasa?
-¿Qué quereis?- respondió rápidamente Cooper
-Nada solo queríamos hablar contigo, detrás del instituto...
-¿Y eso, acaso habéis hecho algo? ¿Qué estáis ocultando? ¿Tiene qué ver algo sobre mi?
-Tranquilo chico, es sobre otro tema...-dijo Adler acercándose lentamente a él
-¡ATRAS!-gritó Cooper apuntándolo con un pequeño artefacto que se había sacado del bolsillo-Ya conoces lo de mi espacio personal, todos lo conocéis-Adler se alejo un poco, sabía el peligro que todos los inventos de Cooper eran peligrosos, por muy pequeños que fuesen.
-Cooper, tranquilo- dijo una de las señoras que vendían los libros.-Quizás no pase nada de nada...Por favor guarda ese juguete y acompañalos.
-Por supuesto señora. Adiós...¿vamos chicos?-dijo Cooper de repente con un tono muy distinto al que hablaba a sus compañeros.
Los chicos empezaron a caminar hasta la puerta.
-Chicos,¿creéis que esto funcionara?- preguntó Amelia a los chicos en voz baja.
-Realmente no tengo ni idea-le respondió Jay también en tono muy bajo- Ahora lo sabremos.
Por fin llegaron a la puerta. Todos se giraron y vieron a Cooper, que parecía meterse las manos en s bolsillo.
-Cooper, tenemos que preguntarte algo, es sobre esta puerta.-de repente, Cooper se sorprendió, casi como si se asustara.-¿Has visto alguna vez algo raro en esta puerta?
-No...no he visto nada de nada. Adiós.-dijo girándose para volver a la entrada.
-¡Espera un poco!-reacciono Bocs agarrándolo del brazo
-¡SUELTAME!-gritó Cooper soltándose
-Se nota que sabes algo de la puerta, venga dínoslo todo
-Os he dicho que no se nada, y ahora dejadme tranquilo.-dijo dándose la vuelta de nuevo. De repente hecho a correr. Bocs y Adler se adelantaron, lo cogieron de los hombros y lo echaron contra la pared.
-No te escapes maldito-dijo Bocs
Cooper se saco el extraño artefacto del bolsillo, apuntó a Bocs y disparo.
-¡Comete esta!-gritó Cooper disparándolo
Bocs quedó petrificado y cayó de espaldas a suelo.
-¡BOCS!- gritaron los demás a la vez
...