En fin, aquí os lo dejo!!:
Capítulo 25: El primer partido (parte 2)
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-¡Sora, no te quedes ahí pasmado y ve a por él! –Gritó Harry, viendo que Sora se había quedado ensimismado viendo como Riku iba hacia los aros.
Sora sonrió levemente y fue, con la velocidad propia de una bala, hacia Riku, quien hizo una especie de finta hacia un lado, esquivando así la rápida embestida de Sora.
Pero Sora no desistió, no. En vez de eso se alzó en el aire por encima de Riku y se colocó, de pie encima de la escoba. En un abrir y cerrar de ojos, ya se había lanzado hacia su oponente, igual que un halcón se lanza hacia su presa.
-¡Sora se ha lanzado hacia Riku! –Gritaba, desde el micrófono mágico, Lee Jordan-, Riku le esquiva pero… ¡No! ¡Sora ha atrapado la quaffle antes de que Riku iniciara su magnífica finta! Este chico es todo un águila.
>> A Sora le recoge su escoba. Se dirige hacia los aros y… ¡oh no! ESO ES FALTA SO CA… SO CA… ¿so capullín? -Dijo Lee viendo que McGonagall, la profesora de transformaciones y jefa de la casa de Gryffindor, lo estaba observando con cara de pocos amigos.
-¡No me ganabas en las Islas del Destino, y no lo harás ahora! –Exclamó Riku con una pícara sonrisa mientras miraba como Sora se reincorporaba en el suelo.
Riku había embestido a Sora y lo había tirado de la escoba, pero para suerte de éste último, el suelo estaba muy cerca.
-Riku se dirige de nuevo a los aros… -Comentaba Lee con desgana-. ¡Un momento! ¡¡Parece que Potter ha encontrado la snitch!!
Harry estaba cayendo en picado, siguiendo a lo que parecía a un resplandeciente destello dorado. Parecía que se iba a estrellar contra el suelo, pero… ¡BUM! En el último momento disminuyó la velocidad, pero ya era demasiado tarde.
Aun estando aturdido y dolido, Harry alzó el brazo y abrió poco a poco la mano, como temiendo que algo se le fuera a escapar de entre los dedos…
-¡HARRY POTTER HA COGIDO LA SNITCH! ¡Lo nunca visto! ¡¡¡GRYFFINDOR GANA EL PARTIDO POR 150 A 0!!!
El campo se llenó rápidamente de vítores y aplausos.
Tanto los de Gryffindor como los de Slytherin aterrizaron en el césped y se desmontaron de las escobas. El capitán de éste último y Harry se dieron la mano, con tal fuerza que parecía que cada uno quería romper la mano del otro.
Todos los alumnos de Gryffindor bajaron de las gradas para abrazar y aplaudir a los miembros de su equipo. Primero levantaron a Harry, como si fuera un cantante de Rock que se tira a su público, y luego a los demás, para llevarlos así a sus respectivos vestuarios. Levantaron a todos salvo a Sora, quien había ido corriendo al equipo contrario para poder hablar con Riku.
-¡Largo de aquí mequetrefe! –Dijo un chico, de pelo rubio y cara afilada. Antes de que Sora pudiera decir nada.
-Ése es Draco Malfoy –Explicó Hermione, que se había acercado a Sora, pocos segundos después de la cortante salida de tono de Malfoy-. Nunca nos ha caído bien. Se cree más que nadie solo porque su familia es toda maga. Ya ves tú que gilipollez.
-Ya, bueno… Oye… ¿No habrás visto por casualidad a un chico con el pelo blanco y…?
-¿A Riku? –Preguntó Hermione, como si le conociera de toda la vida-. Creo que se ha ido a los vestuarios. De todas formas, ¿Qué más da? Ven a celebrar la victoria, que ya tendrás tiempo para hablar con él, luego.
Sora, aunque apenado, asintió y se dirigió hacia los vestuarios, pero antes si quiera de dar cuatro pasos, un destello verde lo tocó. Momentos después Sora estaba suspendido en el aire.
-Bueno, como te has parado para hablar con Riku, los de la casa no te hemos podido coger en brazos, así que te llevaré yo en el aire –Comentó Hermione con una amplia sonrisa en la cara.
A los pocos segundos llegaron a los citados vestuarios, pero la fiesta ya se había empezado a trasladar hacia el castillo. Así que Sora se cambió rápido de ropa, poniéndose la túnica negra con tonos escarlatas, y también se dirigió, junto con Hermione, a la sala común de Gryffindor, que era donde se iba a celebrar la citada fiesta.
Cuando llegaron a la gran sala, ésta estaba abarrotada de gente celebrando la victoria, porque, aunque fuera un partido de “práctica”, ¡habían ganado a Slytherin! Y eso siempre animaba a la gente.
…
Las semanas siguientes pasaron con excesiva rapidez debido a lo bien que se lo pasaban y a lo mucho que se divertían Sora, Harry, Ron, Hermione y Riku. Para sorpresa de Sora a éste último ya le conocía todo el colegio, así que no hizo falta ningún tipo de presentación.
Pero justo un mes más tarde de la victoria de Gryffindor, en una tarde triste y lloviosa, Hermione llegó muy acalorada y sofocada a la sala común. Parecía muy preocupada, como si algún profesor la hubiera castigado por no hacer los deberes. Pero no era nada de eso lo que recorría la mente de la chica, no, era algo mucho más importante.
-¿Os acordáis de cuando entramos en el aula dimensional, para practicar con la escoba? –Preguntó preocupada, mientras apartaba a los tres chicos de la escasa multitud y los llevaba a una esquina, para que nadie los pudiera oír. Los chicos asintieron-. Si no recuerdo mal… Creo que nunca llegamos a salir del maldito aula…
A Sora se le hizo un nudo en el estómago. Aquellos días habían sido uno de los mejores de su vida (quitando el tiempo que pasó con Kairi y Riku en las islas) y no podía ser posible que no fueran más que un simple espejismo. Observó las caras de Ron y Harry que, al parecer, reflejaban su mismo tono de perplejidad, con una pizca de miedo.
Sora sonrió levemente y fue, con la velocidad propia de una bala, hacia Riku, quien hizo una especie de finta hacia un lado, esquivando así la rápida embestida de Sora.
Pero Sora no desistió, no. En vez de eso se alzó en el aire por encima de Riku y se colocó, de pie encima de la escoba. En un abrir y cerrar de ojos, ya se había lanzado hacia su oponente, igual que un halcón se lanza hacia su presa.
-¡Sora se ha lanzado hacia Riku! –Gritaba, desde el micrófono mágico, Lee Jordan-, Riku le esquiva pero… ¡No! ¡Sora ha atrapado la quaffle antes de que Riku iniciara su magnífica finta! Este chico es todo un águila.
>> A Sora le recoge su escoba. Se dirige hacia los aros y… ¡oh no! ESO ES FALTA SO CA… SO CA… ¿so capullín? -Dijo Lee viendo que McGonagall, la profesora de transformaciones y jefa de la casa de Gryffindor, lo estaba observando con cara de pocos amigos.
-¡No me ganabas en las Islas del Destino, y no lo harás ahora! –Exclamó Riku con una pícara sonrisa mientras miraba como Sora se reincorporaba en el suelo.
Riku había embestido a Sora y lo había tirado de la escoba, pero para suerte de éste último, el suelo estaba muy cerca.
-Riku se dirige de nuevo a los aros… -Comentaba Lee con desgana-. ¡Un momento! ¡¡Parece que Potter ha encontrado la snitch!!
Harry estaba cayendo en picado, siguiendo a lo que parecía a un resplandeciente destello dorado. Parecía que se iba a estrellar contra el suelo, pero… ¡BUM! En el último momento disminuyó la velocidad, pero ya era demasiado tarde.
Aun estando aturdido y dolido, Harry alzó el brazo y abrió poco a poco la mano, como temiendo que algo se le fuera a escapar de entre los dedos…
-¡HARRY POTTER HA COGIDO LA SNITCH! ¡Lo nunca visto! ¡¡¡GRYFFINDOR GANA EL PARTIDO POR 150 A 0!!!
El campo se llenó rápidamente de vítores y aplausos.
Tanto los de Gryffindor como los de Slytherin aterrizaron en el césped y se desmontaron de las escobas. El capitán de éste último y Harry se dieron la mano, con tal fuerza que parecía que cada uno quería romper la mano del otro.
Todos los alumnos de Gryffindor bajaron de las gradas para abrazar y aplaudir a los miembros de su equipo. Primero levantaron a Harry, como si fuera un cantante de Rock que se tira a su público, y luego a los demás, para llevarlos así a sus respectivos vestuarios. Levantaron a todos salvo a Sora, quien había ido corriendo al equipo contrario para poder hablar con Riku.
-¡Largo de aquí mequetrefe! –Dijo un chico, de pelo rubio y cara afilada. Antes de que Sora pudiera decir nada.
-Ése es Draco Malfoy –Explicó Hermione, que se había acercado a Sora, pocos segundos después de la cortante salida de tono de Malfoy-. Nunca nos ha caído bien. Se cree más que nadie solo porque su familia es toda maga. Ya ves tú que gilipollez.
-Ya, bueno… Oye… ¿No habrás visto por casualidad a un chico con el pelo blanco y…?
-¿A Riku? –Preguntó Hermione, como si le conociera de toda la vida-. Creo que se ha ido a los vestuarios. De todas formas, ¿Qué más da? Ven a celebrar la victoria, que ya tendrás tiempo para hablar con él, luego.
Sora, aunque apenado, asintió y se dirigió hacia los vestuarios, pero antes si quiera de dar cuatro pasos, un destello verde lo tocó. Momentos después Sora estaba suspendido en el aire.
-Bueno, como te has parado para hablar con Riku, los de la casa no te hemos podido coger en brazos, así que te llevaré yo en el aire –Comentó Hermione con una amplia sonrisa en la cara.
A los pocos segundos llegaron a los citados vestuarios, pero la fiesta ya se había empezado a trasladar hacia el castillo. Así que Sora se cambió rápido de ropa, poniéndose la túnica negra con tonos escarlatas, y también se dirigió, junto con Hermione, a la sala común de Gryffindor, que era donde se iba a celebrar la citada fiesta.
Cuando llegaron a la gran sala, ésta estaba abarrotada de gente celebrando la victoria, porque, aunque fuera un partido de “práctica”, ¡habían ganado a Slytherin! Y eso siempre animaba a la gente.
Las semanas siguientes pasaron con excesiva rapidez debido a lo bien que se lo pasaban y a lo mucho que se divertían Sora, Harry, Ron, Hermione y Riku. Para sorpresa de Sora a éste último ya le conocía todo el colegio, así que no hizo falta ningún tipo de presentación.
Pero justo un mes más tarde de la victoria de Gryffindor, en una tarde triste y lloviosa, Hermione llegó muy acalorada y sofocada a la sala común. Parecía muy preocupada, como si algún profesor la hubiera castigado por no hacer los deberes. Pero no era nada de eso lo que recorría la mente de la chica, no, era algo mucho más importante.
-¿Os acordáis de cuando entramos en el aula dimensional, para practicar con la escoba? –Preguntó preocupada, mientras apartaba a los tres chicos de la escasa multitud y los llevaba a una esquina, para que nadie los pudiera oír. Los chicos asintieron-. Si no recuerdo mal… Creo que nunca llegamos a salir del maldito aula…
A Sora se le hizo un nudo en el estómago. Aquellos días habían sido uno de los mejores de su vida (quitando el tiempo que pasó con Kairi y Riku en las islas) y no podía ser posible que no fueran más que un simple espejismo. Observó las caras de Ron y Harry que, al parecer, reflejaban su mismo tono de perplejidad, con una pizca de miedo.
Como digo siempre, ¡espero que os haya gustado!
Bye~~