You probably tought this FanFiction was alive...
NOPE! It's just
Sí, perdón a todos aquellos que entraron con la ilusión de leer un fic de tercera sobre cómo Sora se embarca en una aventura más, se encuentra con Sonic y Link, revive a Roxas y extrañamente lo separa de su cuerpo, se fo**a a Kairi en un callejón y logra encontrar un hechizo para que Donald hable normalmente... En serio, mis disculpas.
Pero vengo a ofrecer de la manera más humilde el único talento que he encontrado en mí desde el inicio de mis días. Una vez más, ofrezco la historia a la que más empeño le he puesto, ofrezco los personajes de quienes más me he enamorado, ofrezco la trama que he tejido desde que tenía quince años...
Ofrezco Psique, una vez más. Aunque, esta vez, una versión corregida y mejorada de la historia; así que si eres viejo lector, te animo a que sigas leyendo.
Y bueno, no había manera de atraer nueva gente con el nombre usual, así que perdón por mis malas estrategias publicitarias. Pero creo que no pierdes nada por echar una ojeada y dejarme un comentario, ¿no? c:
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Psique I
FAQ (Preguntas frecuentes)
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¿De qué va Psique?
Felix Flynn es un común adolescente que regresa a su ciudad natal, Port Lagune, después de haber vivido 12 años alejado de ella.
El gran cambio parece ir para mejor, si no fuese porque Felix comienza a experimentar cambios nada normales en su cuerpo, como un sexto sentido y visión fantasmal. A los pocos días, el chico descubre que los humanos convivimos con espectros transdimensionales que se alimentan de los sentimientos que emanan de nosotros. Muy pronto Felix desarrolla un extraño poder llamado Psique. Con su nueva habilidad, el joven iniciará una nueva vida, muy distinta a la de los demás.
Risa, llanto, ternura, miedo, romance, desdicha... Acompaña a Felix y a sus inseparables amigos en una aventura que te cautivará desde el inicio.
No querrás ser el único sin leerla, ¿verdad??
¿Por qué se llama Psique?
Psique es un morfema griego que quiere decir "alma". Me pareció perfecto como título debido a que muchos personajes creen que su Psique (su poder) es una representación de su alma.
¿Psique tendrá secuela, o toda la historia terminará con un solo libro?
Efectivamente, Psique tiene secuelas planeadas. Si todo sale como lo espero, se convertirá en una trilogía de nombre Psique, donde el primer libro seguirá llamándose así; el segundo, Sangre; y el tercero, Sueño.
¿Cuántos capítulos tendrá Psique?
No puedo contestar a esa pregunta porque ni yo lo sé, pero la idea es que se acerque a los 25 capítulos.
¿Por qué muchos nombres están en inglés?
La historia se desarrolla en una ciudad ficticia de USA, por lo que los nombres de los personajes, organizaciones y lugares están en inglés.
Edito: Últimamente he dejado eso de poner los nombres de los lugares y organizaciones en inglés. Lo único que permanece en dicho idioma son los nombres de los personajes.
¿Por qué escribes Felix sin tilde?
Como ya he dicho, la historia se desarrolla en USA. En inglés, las tildes no existen. A pesar de que Félix es un nombre propio, y debe llevar la tilde, no la lleva escrita, incluso si la pronunciación es la misma.
¿Puedo salir en Psique?
A menos que seas una persona muy importante para mí, no. Y aún así, sólo serías un personaje secundario sin importancia alguna, como un gato o el tío que pregunta "¿Dónde está el baño?" en un sólo cap.
¿Cada cuándo estará un nuevo capítulo en línea?
Cada dos semanas. Debido a que cada vez me encuentro más y más ocupado, mis límites auto-impuestos se iban extendiendo más y más. Gracias a NLL, puedo publicar en intervalos regultares.
¿Corregirás los errores ortográficos en los capítulos?
Ésa es la idea, sí. También algunos argumentales ;)
¿Los capítulos están sujetos a cambios?
Es una obra en desarrollo, así que sí. Si hago algún cambio argumental avisaré. Aunque generalmente serán cosas diminutas como si alguien es diestro o zurdo, o en qué piso tiene su casillero.
¿Psique cuenta con Extras?
¡Sí! Por ahora tenemos cinco secciones extras, más una en proceso de planeación. Éstas son:
1.- Breakin' the Fourth Wall - Pequeños Omakes donde los personajes aparecen hablando sobre novedades.
2.- Bitácora de Corrupted's - Los apuntes escritos por el mismo Felix Flynn, donde expresa los puntos fundamentales de cada especie de Corrupted.
3.- Perfiles de Personajes - Si bien empezaron como una guía para mi persona, se transformaron en una pequeña sección extra para estar al tanto de los detalles de nuestros protagonistas. Escritos por el director Reynolds y el Dr. Robinson.
4.- Non-Original SoundTrack - Recopilatorio de temas musicales, ideales para ser escuchados mientras se lee.
5.- FanArt - Una sección donde se juntan dibujos, tiras cómicas, momentos épicos e incluso imágenes con personajes parecidos a los de la obra.
Muy pronto
6.- Capítulos Extra - Sección donde se recopilan los capítulos de la obra que no tienen relación alguna con la trama principal.
¿Has publicado Psique en otros sitios de Internet?
Sí. Actualmente publico en un blog y en la revista literaria No Lo Leas. Si estás interesado, ambos links están en mi perfil y en mi firma.
¿Quiénes son los que están en el Banner? No los reconozco.
(En orden de izquierda a derecha y de arriba a abajo) James Reynolds, Vince Miller, Samantha Parker, Ethan Parker, Nebiros, Felix Flynn, Mike Johnson, Michelle Rivers y Miranda Jacobs.
Leo Anderson y Chase no aparecen porque fueron personajes que nacieron más tarde (además, el gato no es tan importante).
Felix Flynn es un común adolescente que regresa a su ciudad natal, Port Lagune, después de haber vivido 12 años alejado de ella.
El gran cambio parece ir para mejor, si no fuese porque Felix comienza a experimentar cambios nada normales en su cuerpo, como un sexto sentido y visión fantasmal. A los pocos días, el chico descubre que los humanos convivimos con espectros transdimensionales que se alimentan de los sentimientos que emanan de nosotros. Muy pronto Felix desarrolla un extraño poder llamado Psique. Con su nueva habilidad, el joven iniciará una nueva vida, muy distinta a la de los demás.
Risa, llanto, ternura, miedo, romance, desdicha... Acompaña a Felix y a sus inseparables amigos en una aventura que te cautivará desde el inicio.
No querrás ser el único sin leerla, ¿verdad??
¿Por qué se llama Psique?
Psique es un morfema griego que quiere decir "alma". Me pareció perfecto como título debido a que muchos personajes creen que su Psique (su poder) es una representación de su alma.
¿Psique tendrá secuela, o toda la historia terminará con un solo libro?
Efectivamente, Psique tiene secuelas planeadas. Si todo sale como lo espero, se convertirá en una trilogía de nombre Psique, donde el primer libro seguirá llamándose así; el segundo, Sangre; y el tercero, Sueño.
¿Cuántos capítulos tendrá Psique?
No puedo contestar a esa pregunta porque ni yo lo sé, pero la idea es que se acerque a los 25 capítulos.
¿Por qué muchos nombres están en inglés?
La historia se desarrolla en una ciudad ficticia de USA, por lo que los nombres de los personajes, organizaciones y lugares están en inglés.
Edito: Últimamente he dejado eso de poner los nombres de los lugares y organizaciones en inglés. Lo único que permanece en dicho idioma son los nombres de los personajes.
¿Por qué escribes Felix sin tilde?
Como ya he dicho, la historia se desarrolla en USA. En inglés, las tildes no existen. A pesar de que Félix es un nombre propio, y debe llevar la tilde, no la lleva escrita, incluso si la pronunciación es la misma.
¿Puedo salir en Psique?
A menos que seas una persona muy importante para mí, no. Y aún así, sólo serías un personaje secundario sin importancia alguna, como un gato o el tío que pregunta "¿Dónde está el baño?" en un sólo cap.
¿Cada cuándo estará un nuevo capítulo en línea?
Cada dos semanas. Debido a que cada vez me encuentro más y más ocupado, mis límites auto-impuestos se iban extendiendo más y más. Gracias a NLL, puedo publicar en intervalos regultares.
¿Corregirás los errores ortográficos en los capítulos?
Ésa es la idea, sí. También algunos argumentales ;)
¿Los capítulos están sujetos a cambios?
Es una obra en desarrollo, así que sí. Si hago algún cambio argumental avisaré. Aunque generalmente serán cosas diminutas como si alguien es diestro o zurdo, o en qué piso tiene su casillero.
¿Psique cuenta con Extras?
¡Sí! Por ahora tenemos cinco secciones extras, más una en proceso de planeación. Éstas son:
1.- Breakin' the Fourth Wall - Pequeños Omakes donde los personajes aparecen hablando sobre novedades.
2.- Bitácora de Corrupted's - Los apuntes escritos por el mismo Felix Flynn, donde expresa los puntos fundamentales de cada especie de Corrupted.
3.- Perfiles de Personajes - Si bien empezaron como una guía para mi persona, se transformaron en una pequeña sección extra para estar al tanto de los detalles de nuestros protagonistas. Escritos por el director Reynolds y el Dr. Robinson.
4.- Non-Original SoundTrack - Recopilatorio de temas musicales, ideales para ser escuchados mientras se lee.
5.- FanArt - Una sección donde se juntan dibujos, tiras cómicas, momentos épicos e incluso imágenes con personajes parecidos a los de la obra.
Muy pronto
6.- Capítulos Extra - Sección donde se recopilan los capítulos de la obra que no tienen relación alguna con la trama principal.
¿Has publicado Psique en otros sitios de Internet?
Sí. Actualmente publico en un blog y en la revista literaria No Lo Leas. Si estás interesado, ambos links están en mi perfil y en mi firma.
¿Quiénes son los que están en el Banner? No los reconozco.
(En orden de izquierda a derecha y de arriba a abajo) James Reynolds, Vince Miller, Samantha Parker, Ethan Parker, Nebiros, Felix Flynn, Mike Johnson, Michelle Rivers y Miranda Jacobs.
Leo Anderson y Chase no aparecen porque fueron personajes que nacieron más tarde (además, el gato no es tan importante).
Personajes
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¡Atención! ¡A partir de este punto, spoilers del capítulo 18!
Felix "F" Flynn - Placeholder: Keiichi Maebara (Higurashi no Naku Koro ni)
--Un chico de 16 años, alto, delgado y de cabello y ojos café, que recién ha llegado a Costa Laguna. Responsable, organizado y con la capacidad de mantenerse frío en situaciones graves, se ha ganado el lugar como estratega y líder de campo del grupo, aunque no haya habido un nombramiento formal. Su arma de preferencia es una espada retráctil de color verde. Aprecia mucho a sus amigos y desea con toda su alma ser capaz de defenderlos de los Corrompidos usando su Psique de Viento.
Michael "Mike" Johnson - Placeholder: Yosuke Hanamura (Persona 4)
--Mike, de 16 años de edad, tiene un cabello totalmente asombroso, una sonrisa radiante y unos pícaros ojos miel. Sería todo un casanova si no fuese un molesto payaso inmaduro que rompe todas las reglas que puede. Su activa y explosiva personalidad hace honor a su poderoso Psique de Fuego, y debido a ello se ha convertido en el principal atacante cuerpo a cuerpo, acompañado por sus puños de fuego y su par de sais.
Michelle Rivers - Placeholder: La verdad es que no tengo ni idea...
--Michelle, al igual que sus amigos, también tiene 16 años. A pesar de que es considerada una preciosidad por los muchachos, con su largo y lacio cabello marrón y sus dulces ojos color miel, es tímida gran parte del tiempo, excepto con sus confiables amigos. Y no obstante, su Psique de Agua combinado con su afilada naginata la convierten en una certera, veloz y casi artística luchadora.
Vince Miller - Placeholder: Sho Minamimoto (The World Ends With You)
--Vince, del mismo grado que Felix, es un joven bastante admirado en la escuela, como todos los miembros del equipo de fútbol americano. Tanto al jugar como al luchar, su voluntad y perseverancia son incomparables y tan inquebrantables como el más duro acero. Con su peligroso bardiche y su potente Psique de Tierra, todos los Corrompidos tiemblan ante la mención de su nombre.
Ethan Parker - Placeholder: Satoshi Houjou (Higurashi no Naku Koro ni)
--El mayor de los hermanos Parker y, sin duda, el miembro más prudente y enigmático del Project Psique. Ethan tiene el cabello rubio y los ojos azules, iguales a los de su hermana Samantha. Siendo sus manifestaciones de sentimientos muy poco usuales, sus amigos han aprendido a respetar su fría personalidad. Para optimizar el uso de su Psique de Electricidad, ha elegido un manriki para atacar.
Samantha "Sammy" Parker - Placeholder: Mikoto Kondou - Kämpfer Mode (Kämpfer)
--La menor de los hermanos Parker, y también la más pequeña del Project Psique. Comparte un característico cabello rubio y un par de ojos azul eléctrico con su hermano Ethan, a quien admira como a nadie. Como arma, ha elegido una voluminosa guadaña, imponente y peligrosa, para compensar los puntos débiles de su Psique de Sonido.
James Reynolds - Placeholder: Protagonist (Persona 3)
--James, el miembro mayor del Project Psique, estando un año adelante de Felix, e hijo del director de la academia, es una persona realmente seria, madura y calculadora... tal vez demasiado. Con su mechón blanco cubriendo su ojo de color esmeralda, y su imponente Psique de Oscuridad, James es realmente una autoridad para los muchachos. Y sin embargo, se esforzará por llevarlos por buen camino, protegiéndoles con su fiel espada.
Jacqueline Reese - Placeholder: Sekine (Angel Beats!)
--Una adorable, amistosa y divertida chica rubia perteneciente al equipo especial de la rama de encubrimiento. Su Psique de Espíritu le permite hacer grandes cosas relacionadas con la mente, como leer los pensamientos, doblegar la voluntad, interactuar con los recuerdos... Sólo se ha encontrado con el Project Psique una vez, pero durante ese tiempo algo pareció pasar entre ella y Felix.
Miranda Jacobs & Leo Anderson - Placeholder's: N/A y Ryoji Mochizuki (Persona 3)
--Dos estudiantes de intercambio que llegaron a la Academia el mismo día. Ambos coinciden en todas las clases con Felix, pues sus horarios están basados en el de él. Miranda, famosa hija de un diseñador y una modelo, parece ser una chica fría que ignora a los "plebeyos", mientras que Leo aparenta ser bastante abierto y amigable. Felix sospecha que uno de los dos (¿o ambos?) posee un Psique latente.
Nebiros - Placeholder: No fuckin' idea
--Un misterioso encapuchado, de espada roja como la sangre, que parece disfrutar dándole problemas a Felix. Aunque sólo F y Michelle se han encontrado con él, todo el Project Psique le considera su enemigo, además de los Corrompidos. Jamás ha mostrado su rostro, pero Felix ha creído ver mechones apagados de cabello marrón y unos ojos de color gris.
¿Anti-Felix? - Placeholder: Keiichi Maebara (Higurashi no Naku Koro ni)
--Durante el tiempo que Felix estuvo afectado por la Sangre Corrompida, se encontró con una copia suya en lo que parecía ser un espacio metafísico en el interior de su mente. No estuvieron mucho juntos, pero el doppelgänger aparentaba ser una criatura sedienta de sangre, poderosa e imponente. Se desconoce si fue una simple alucinación o una mutación del Psique de Felix afectado por la sangre.
Director Reynolds & Médico Robinson - Placeholder's: Ryotarou Dojima (P4) & Rudolph Ushiromiya (Umineko no Naku Koro ni)
--El director de la academia y padre de James, y el médico líder de la enfermería. De jóvenes tuvieron el mismo talento que los muchachos, así que ahora se encargan de reclutar a todos los estudiantes con el poder del Psique. No se sabe mucho de su pasado como poseedores, simplemente que prefirieron ayudar a los jóvenes a cambio de conservar su memoria.
Chase - Placeholder: Cualquier gato negro
--La mascota del club. Un tranquilo gato de color negro que parece odiar a Mike de manera recíproca.
--->Listado de Capítulos
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El prólogo no está en un post individual. Baja un poco más para encontrarlo.
Capítulo 3 - Un primer día algo agitado
Capítulo 2 - El pequeño tour de Mike
Capítulo 1 - Seis de septiembre
Prólogo - Tras la tormenta...
Plop. Plop. Plop.
La avenida principal de aquella tranquila ciudad costera se hallaba a rebosar de automóviles y atareados peatones que esperaban finalmente regresar a casa tras un largo y extenuante día de duro trabajo. La luz que escapaba de las ventanas de los edificios, farolas y coches le daba a las nubes de tormenta un brillante y poco natural tinte anaranjado. Y, como burlándose de las urbanas creaciones del hombre, un rayo surcaba de vez en cuando el cielo nocturno, iluminando y ensombreciendo a la vez los relieves de las negros nubarrones que parecían tener sus propios valles y cordilleras.
Las incalculables gotas de lluvia cantaban una arrítmica melodía al rebotar contra el abrigo de cuero negro que una elegante y autoritaria figura llevaba puesto. De pie en el camellón que dividía la gran calle, bajo aquel interminable torrente de agua, aquel joven encapuchado comúnmente hubiera sido un espectáculo para los transeúntes. Y sin embargo, durante aquella noche lluviosa, no fue así.
Plop. Plop. Plop.
El muchacho miró hacia ambos lados y contempló la dinámica ciudad. Decenas de personas andando bajo la lluvia, más interesados en resguardarse de ella o en llegar temprano a sus citas que en aquel individuo, quien se encontraba completamente cubierto por monótonas prendas de un constante color negro: un largo impermeable que le llegaba hasta los pies con una capucha que le ensombrecía el pálido rostro, el cual llevaba cubierto a medias por un burdo y raído pañuelo. Su abrigo ocultaba su torso y vientre por completo, pero el cierre estaba abierto a la altura de la cadera y dejaba ver su cinturón, repleto de artefactos y armas desconocidas, y el sencillo pantalón. Finalmente, el joven cubría los últimos trozos de piel visible con unos ajustados mas cómodos guantes de látex negro y unas toscas botas de punta cuadrada.
Aquella lluvia veraniega combinada con su atuendo indudablemente favorecía su anonimato. Era incuestionable que ninguna persona lo consideraría un individuo sospechoso; simplemente pensarían que se trataba de un peatón que no tenía la más mínima intención de mojarse. Aunque era cierto que en un principio destacaba un poco, los transeúntes se olvidaban de él al cabo de unos segundos y continuaban su recorrido.
El joven profirió un leve gruñido que se perdió bajo el constante traqueteo de la lluvia. Llevaba ya varios minutos de pie allí, intentando recordar, en vano, qué fecha era. ¿Era veintiocho... o tal vez veintisiete de julio? No. ¿Sería agosto, acaso? ¿Finales de junio, quizá...?
Había pasado ya bastante tiempo desde que el muchacho había perdido la noción del mismo. Probablemente dos estaciones atrás, cuando era necesario llevar un liviano suéter para adaptarse al fresco clima de región. Había pasado a guiarse por las fases lunares para llevar a cabo sus misiones: “dos noches después de la media luna”, “cuando la Reina del Cielo estuviese en todo su esplendor”, “pasados tres ciclos lunares...”
Pero ahora era necesario llevar un preciso seguimiento del paso de los días, pues era sencillamente imposible llevar a cabo la misión si no tomaba en cuenta el calendario escolar. Su superior le negaba medir el tiempo de la manera usual, puesto que no quería que pasara por alto eventos importantes en los cuales pudiese presentarse una oportunidad para cumplir el objetivo.
El joven volvió a gruñir. Simplemente era un fracaso. Su memoria no podía retroceder tantos ciclos y regresar al punto inicial reemplazando las fases por noches. Tendría que depender de alguien más:
—Disculpe, ¿podría decirme qué fecha es hoy? —le preguntó a un joven de unos veinte años que caminaba por el borde de la cuneta, con paraguas en mano.
—Cinco de septiembre —respondió, sin siquiera detenerse a observar a su tenebroso interlocutor. El joven se alejó sin dar las gracias apenas escuchó la información necesaria. Cruzó la avenida sin mirar a ninguno de los dos lados, pues sabía que ningún coche podía tocarle mientras estuviese utilizando su peculiar talento. Tras llegar a la acera, se escabulló en el mar de gente hasta encontrar la boca de un callejón; se metió por él sin dudar ni un segundo y recorrió el laberinto urbano que ya sabía de memoria, esquivando sucias bolsas de basura y repugnantes charcos que habían estado allí mucho antes de que empezara a llover. Una vez en su destino, se las arregló para subir a una escalera para incendios, utilizando la pared de ladrillos y un contenedor como apoyo con una destreza digna de un magnífico felino. Finalmente, se apresuró a recorrer la estructura hasta la cima del edificio que había elegido con anticipación.
Allí, en el borde de aquella construcción que consistiría de unos seis pisos, el encapuchado volvió a observar su entorno antes de fijar su mirada en la no tan lejana vivienda que ya conocía. Tras pensar en su objetivo, una sonrisa se dibujó en su rostro, oculto bajo el pañuelo.
Simultáneamente, un muchacho con cabello castaño se esforzaba por sacar de la camioneta de su familia una pesada y vieja caja de cartón. Tras confirmar que era la única que le faltaba, puesto que llevaba una F, la letra inicial de su nombre, pintada con rotulador verde en un costado, intentó cargarla hasta la puerta principal. La intensa lluvia le suponía un obstáculo, sin embargo, puesto que los contenidos de dicha caja —y ésta como tal, también— no podían mojarse. Corría el riesgo de que con semejante diluvio tanto él como su carga terminaran empapados en el corto trayecto del vehículo a la puerta principal. Por esa razón el chico ahora se hallaba contemplando con admiración, desde la seguridad del coche de su familia y a través del techo solar del mismo, aquella bellísima tormenta eléctrica que envolvía la ciudad costera.
Plop. Plop. Plop.
El canturreo provocado por las gotas de lluvia rebotando en el techo se le antojaba relajante y un tanto adormecedor. No tenía ganas de levantarse a mover la última caja de la mudanza; allí recostado —y bastante apretujado— en el suelo de la minivan, con el arrullador sonido de la tormenta estaba más que cómodo.
Y es que después del largo camino que su familia había recorrido para mudarse, el cual había consistido de aburridos trayectos en carretera que llegaban a durar más de medio día, subsistir a base de comida rápida o botanas chatarra y dormir en moteles viejos y repugnantes, el joven se había acostumbrado a caer dormido donde fuese. Sinceramente, el suelo de su camioneta se le figuraba mil veces más cómodo que la mayoría de los colchones en los cuales había dormido la última semana.
La familia del joven era de lo más normal, excepto por el hecho de que se veían obligados a mudarse, si tenían suerte, cada verano. A su padre le había costado conseguir un empleo fijo en una empresa estable, por lo que muchas veces tenía que trasladarse y tomar algunos riesgos. A sus hijos no les agradaba en lo más mínimo forjar amistades para después perder el contacto con la mayoría de ellas tras el paso de algunos meses.
Plop. Plop. Plop.
Finalmente, la tormenta se calmó hasta convertirse en una ligera llovizna. El joven se levantó de su improvisado lecho con un gruñido mientras se apoyaba en uno de los asientos de piel; una vez de pie —o por lo menos tanto como su altura lo permitía—, presionó con un puntapié el botón que abriría la puerta eléctrica a la par que rodeaba la caja de cartón con sus brazos. Salió del vehículo de un salto y dejó su carga en el suelo un momento para cerrar la puerta de nuevo, para después continuar su camino.
Cruzó el jardin de aquella poco ostentosa casa de dos plantas que sería su hogar durante otro año más. El chico empujó la entreabierta puerta de madera con una leve patada. No tenía muchas ganas de caminar hasta su habitación en la segunda planta, por lo que dejó su carga de nuevo en el suelo y la deslizó por el suelo con otro puntapié. Y como para despedirse de lo que fue su primer día en su ciudad natal después de doce largos años, el muchacho de cabello castaño alzó la vista al cielo e inhaló fuertemente el aire de la costa, ignorante a que un encapuchado todavía lo contemplaba desde la cima de un edificio.
Plop. Plop. Plop.
Poco o nada sabían aquellos dos jóvenes sobre cuánto cambiarían sus vidas una vez cesara aquella tormenta veraniega.
Capítulo 3 - Un primer día algo agitado
Capítulo 2 - El pequeño tour de Mike
Capítulo 1 - Seis de septiembre
Prólogo - Tras la tormenta...
Plop. Plop. Plop.
La avenida principal de aquella tranquila ciudad costera se hallaba a rebosar de automóviles y atareados peatones que esperaban finalmente regresar a casa tras un largo y extenuante día de duro trabajo. La luz que escapaba de las ventanas de los edificios, farolas y coches le daba a las nubes de tormenta un brillante y poco natural tinte anaranjado. Y, como burlándose de las urbanas creaciones del hombre, un rayo surcaba de vez en cuando el cielo nocturno, iluminando y ensombreciendo a la vez los relieves de las negros nubarrones que parecían tener sus propios valles y cordilleras.
Las incalculables gotas de lluvia cantaban una arrítmica melodía al rebotar contra el abrigo de cuero negro que una elegante y autoritaria figura llevaba puesto. De pie en el camellón que dividía la gran calle, bajo aquel interminable torrente de agua, aquel joven encapuchado comúnmente hubiera sido un espectáculo para los transeúntes. Y sin embargo, durante aquella noche lluviosa, no fue así.
Plop. Plop. Plop.
El muchacho miró hacia ambos lados y contempló la dinámica ciudad. Decenas de personas andando bajo la lluvia, más interesados en resguardarse de ella o en llegar temprano a sus citas que en aquel individuo, quien se encontraba completamente cubierto por monótonas prendas de un constante color negro: un largo impermeable que le llegaba hasta los pies con una capucha que le ensombrecía el pálido rostro, el cual llevaba cubierto a medias por un burdo y raído pañuelo. Su abrigo ocultaba su torso y vientre por completo, pero el cierre estaba abierto a la altura de la cadera y dejaba ver su cinturón, repleto de artefactos y armas desconocidas, y el sencillo pantalón. Finalmente, el joven cubría los últimos trozos de piel visible con unos ajustados mas cómodos guantes de látex negro y unas toscas botas de punta cuadrada.
Aquella lluvia veraniega combinada con su atuendo indudablemente favorecía su anonimato. Era incuestionable que ninguna persona lo consideraría un individuo sospechoso; simplemente pensarían que se trataba de un peatón que no tenía la más mínima intención de mojarse. Aunque era cierto que en un principio destacaba un poco, los transeúntes se olvidaban de él al cabo de unos segundos y continuaban su recorrido.
El joven profirió un leve gruñido que se perdió bajo el constante traqueteo de la lluvia. Llevaba ya varios minutos de pie allí, intentando recordar, en vano, qué fecha era. ¿Era veintiocho... o tal vez veintisiete de julio? No. ¿Sería agosto, acaso? ¿Finales de junio, quizá...?
Había pasado ya bastante tiempo desde que el muchacho había perdido la noción del mismo. Probablemente dos estaciones atrás, cuando era necesario llevar un liviano suéter para adaptarse al fresco clima de región. Había pasado a guiarse por las fases lunares para llevar a cabo sus misiones: “dos noches después de la media luna”, “cuando la Reina del Cielo estuviese en todo su esplendor”, “pasados tres ciclos lunares...”
Pero ahora era necesario llevar un preciso seguimiento del paso de los días, pues era sencillamente imposible llevar a cabo la misión si no tomaba en cuenta el calendario escolar. Su superior le negaba medir el tiempo de la manera usual, puesto que no quería que pasara por alto eventos importantes en los cuales pudiese presentarse una oportunidad para cumplir el objetivo.
El joven volvió a gruñir. Simplemente era un fracaso. Su memoria no podía retroceder tantos ciclos y regresar al punto inicial reemplazando las fases por noches. Tendría que depender de alguien más:
—Disculpe, ¿podría decirme qué fecha es hoy? —le preguntó a un joven de unos veinte años que caminaba por el borde de la cuneta, con paraguas en mano.
—Cinco de septiembre —respondió, sin siquiera detenerse a observar a su tenebroso interlocutor. El joven se alejó sin dar las gracias apenas escuchó la información necesaria. Cruzó la avenida sin mirar a ninguno de los dos lados, pues sabía que ningún coche podía tocarle mientras estuviese utilizando su peculiar talento. Tras llegar a la acera, se escabulló en el mar de gente hasta encontrar la boca de un callejón; se metió por él sin dudar ni un segundo y recorrió el laberinto urbano que ya sabía de memoria, esquivando sucias bolsas de basura y repugnantes charcos que habían estado allí mucho antes de que empezara a llover. Una vez en su destino, se las arregló para subir a una escalera para incendios, utilizando la pared de ladrillos y un contenedor como apoyo con una destreza digna de un magnífico felino. Finalmente, se apresuró a recorrer la estructura hasta la cima del edificio que había elegido con anticipación.
Allí, en el borde de aquella construcción que consistiría de unos seis pisos, el encapuchado volvió a observar su entorno antes de fijar su mirada en la no tan lejana vivienda que ya conocía. Tras pensar en su objetivo, una sonrisa se dibujó en su rostro, oculto bajo el pañuelo.
Simultáneamente, un muchacho con cabello castaño se esforzaba por sacar de la camioneta de su familia una pesada y vieja caja de cartón. Tras confirmar que era la única que le faltaba, puesto que llevaba una F, la letra inicial de su nombre, pintada con rotulador verde en un costado, intentó cargarla hasta la puerta principal. La intensa lluvia le suponía un obstáculo, sin embargo, puesto que los contenidos de dicha caja —y ésta como tal, también— no podían mojarse. Corría el riesgo de que con semejante diluvio tanto él como su carga terminaran empapados en el corto trayecto del vehículo a la puerta principal. Por esa razón el chico ahora se hallaba contemplando con admiración, desde la seguridad del coche de su familia y a través del techo solar del mismo, aquella bellísima tormenta eléctrica que envolvía la ciudad costera.
Plop. Plop. Plop.
El canturreo provocado por las gotas de lluvia rebotando en el techo se le antojaba relajante y un tanto adormecedor. No tenía ganas de levantarse a mover la última caja de la mudanza; allí recostado —y bastante apretujado— en el suelo de la minivan, con el arrullador sonido de la tormenta estaba más que cómodo.
Y es que después del largo camino que su familia había recorrido para mudarse, el cual había consistido de aburridos trayectos en carretera que llegaban a durar más de medio día, subsistir a base de comida rápida o botanas chatarra y dormir en moteles viejos y repugnantes, el joven se había acostumbrado a caer dormido donde fuese. Sinceramente, el suelo de su camioneta se le figuraba mil veces más cómodo que la mayoría de los colchones en los cuales había dormido la última semana.
La familia del joven era de lo más normal, excepto por el hecho de que se veían obligados a mudarse, si tenían suerte, cada verano. A su padre le había costado conseguir un empleo fijo en una empresa estable, por lo que muchas veces tenía que trasladarse y tomar algunos riesgos. A sus hijos no les agradaba en lo más mínimo forjar amistades para después perder el contacto con la mayoría de ellas tras el paso de algunos meses.
Plop. Plop. Plop.
Finalmente, la tormenta se calmó hasta convertirse en una ligera llovizna. El joven se levantó de su improvisado lecho con un gruñido mientras se apoyaba en uno de los asientos de piel; una vez de pie —o por lo menos tanto como su altura lo permitía—, presionó con un puntapié el botón que abriría la puerta eléctrica a la par que rodeaba la caja de cartón con sus brazos. Salió del vehículo de un salto y dejó su carga en el suelo un momento para cerrar la puerta de nuevo, para después continuar su camino.
Cruzó el jardin de aquella poco ostentosa casa de dos plantas que sería su hogar durante otro año más. El chico empujó la entreabierta puerta de madera con una leve patada. No tenía muchas ganas de caminar hasta su habitación en la segunda planta, por lo que dejó su carga de nuevo en el suelo y la deslizó por el suelo con otro puntapié. Y como para despedirse de lo que fue su primer día en su ciudad natal después de doce largos años, el muchacho de cabello castaño alzó la vista al cielo e inhaló fuertemente el aire de la costa, ignorante a que un encapuchado todavía lo contemplaba desde la cima de un edificio.
Plop. Plop. Plop.
Poco o nada sabían aquellos dos jóvenes sobre cuánto cambiarían sus vidas una vez cesara aquella tormenta veraniega.
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