Kazuki fue capaz de escuchar el bajo murmullo de Enok, por lo que le dedicó una ligera sonrisa.
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La verdad es que este es un mundo muy particular —comenzó a explicar el Maestro, comenzando a caminar hacia el árbol cercano y haciendo una señal a los jóvenes para que le siguieran en aquella dirección—
. Sí, este es, eh... Único y especial. Encontramos este lugar tras una ardua búsqueda y lo guardamos como uno de nuestros mayores tesoros; no en todos los libros se guarda un mundo tan puro y luminoso como este. Está lleno de magia; y su magia puede ayudarte a aprender a leer, eh, Zeta, pues todo está impregnado en realidad del poder de las palabras escritas en este libro.Cuanto más caminaban, más aire a inocencia se podía respirar por aquel lugar. Algunas pequeñas plantas crecían sin mayor preocupación, unos pocos animales jugaban en la lejanía y algunas abejas viajaban de flor en flor, que perezosas del trabajo que tenían por delante se quedaban quietas entre los pétalos descansando. Era un lugar mágico, un lugar maravilloso; a algunos podía llegar incluso a asustar.
Llegaron finalmente al árbol, que aparentemente tenía una puerta por la que se podía acceder a su interior, una ventana a su lado y un buzón rojo y pequeño donde ponía "Pooh". Pero lo interesante es que, justo delante de la característica casa, sentado sobre un tronco vacío en mitad del claro del bosque, un pequeño oso amarillo parecía estar pensando. Su pequeña camiseta roja, su pequeñita nariz negra y sus dos diminutos ojos hacían pensar que se trataba de un oso de peluche, y quizá lo fuese.
Muñeco o no, Kazuki se acercó al pequeño oso y se agachó para mirarle a la cara, apoyándose sobre sus rodillas. Le dedicó una amplia sonrisa y le saludó con la mano.
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¡Hola, Pooh! Hace tiempo que, eh... No nos veíamos.El oso se movió de golpe, dejando de pensar, y dedicó otra sonrisa a Kazuki. Comenzó a hablar con una voz lenta y quizá algo atontada, pero encantadora a su modo.
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Oh, ¡hola, Kazuki! No sé cuánto tiempo ha pasado desde que nos vimos, pero para mí sí ha pasado tiempo desde que no como algo de miel —dirigió la mirada a los jóvenes aprendices—
. ¡Y hola a vosotros también, personas que no conozco!Agregado a Winnieh the Pooh al registro de NPC's del Bosque de los Cien Acres