Los tres fuimos guiados al cuarto de los brebajes alteradores del tamaño donde todos bebimos una pequeña parte del mejunge de sabor indescriptible.
Menguamos el tamaño pudiendo pasar por la entrada a la izquierda de la Puerta Parlante que estaba profundamente dormida y por tanto, ni se percató de nuestra presencia.
No pude ver mucho más pues fuimos guiados... Más bien forzados a entrar por la puerta de la izquierda que nos llevó a un jardín con rosas blancas y rojas que reconocí. Al fondo, una especie de construcciones de madera nos esperaban.
Se trataba del "Juzgado" como le había apodado al lugar durante mis informes. Según lo que había leído eran lugares donde se juzgaba a la gente por cometer crímenes o por faltar a la ley de forma grave. Por ejemplo... Cometer un asesinato. ¿Significaba aquello que algún día acabaría en un juicio presidido por Ronin como juez algún día?
Me di cuenta mientras nos acercábamos, que en el asiento que presidía todo el lugar había una mujer obesa y bastante fea con cara de pocos amigos*. Su pelo era negro y llevaba puesto un vestido tan horrible y hortera como ella, sin embargo, en cierto modo imponía bastante respeto con su mirada intimidatoria.
Los soldados naipes nos dejaron frente a aquella serie de construcciones de madera y se fueron colocando de una forma que parecía haber sido practicada durante semanas. Un ser blanco con grandes orejas que reconocí como una especie de conejo con ropa llegó pasando a traves de las cartas parlantes empujando algunas por el camino.
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¡Preside la honorable Reina de Corazones! —habló el agotado animal. Noté que Nyx tenía de pronto instinto de caza dirigido contra el conejo, algo normal, al fin y al cabo seguía siendo un animal salvaje, el instinto de caza estaba presente en él. Acaricié el pelaje de mi amigo relajándolo. Así que aquella era la "Reina de Corazones" que mencionaba aquel cartel...
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Cuando volvamos te daré un filete sin hacer bien jugoso —prometí a lo que el lobo se limitó a asentir.
El conejo rebuscó en su chaqueta roja para sacar de su espalda un largo pergamino que abrió con sus patitas. ¿Cómo llevaba aquel pergamino sin que siquiera se notase?
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¡Se acusa a estos tres hombres de traición premeditada contra la nuestra Reina! ¿Cómo se declaran? —habló. No me sorprendió ver a un conejo parlante, al fin y al cabo ya había visto otros animales que hablaban y seres de bastantes tipos. Aquello ya casi me parecía lo más normal del mundo.
Estuve a punto de hablar para explicar que no sabíamos nada, pero la mujer alzó su mano hablando antes que nadie con un fuerte vozarrón que perforó mis tímpanos.
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¡La sentencia es primero! El juicio vendrá después —chilló poniéndo su cara roja. ¿Tan gorda estaba que le costaba respirar? Me reí por lo bajo. No sin antes querer decir algo en nuestra defensa—
. ¡¡Que les corten la cabeza!!—
Espera, ¿qué? —pude decir finalmente cuando la mujer dijo nuestra sentencia sin pelos en la lengua—.
¿Cortarnos la cabeza? ¿Pero quién te crees que eres? —mi voz fue cambiando y mi cabeza empezó a doler, mis palabras simplemente fluyeron como el agua de un río a punto de desbordarse—.
Tú no eres nadie más que una vieja amargada que se atreve a acusar a cualquiera. Con razón ese tal Hein está cansado de ti. Espero que pronto te destronen pronto y te largues muy lejos, para siempre, vieja gorda —clavé mis palabras en ella como si de puñales se tratasen. Dicho eso, me giré hacia mis compañeros—.
Nos vamos a cumplir nuestro objetivo y volveremos después a casa—les dije en voz baja evitando que cualquier otro ajeno a nosotros nos escuchase. Tras eso me volví hacia la "Reina de Corazones" y le apunté con mi Llave Espada Oscura que materialicé en mi mano.
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No me interesa tu estúpido reino, solo diré una cosa antes de que nos vayamos. Atrévete a interferir, herirnos o a cortarnos el camino y me aseguraré aún muerto de que todo el ejército del que dispongo yo; La Estocada Oscura te destroce. Y te aseguro que nosotros tres no somos ni la mitad de poderosos que los otros cientos de los que disponemos —claro que aquello que le contaba era un farol bastante gordo, pero por suerte ni se daría cuenta de aquello. Aquella sensación que me provocaba una extraña ira hacía que mis palabras desprendiesen un aire mucho más inhumano, más cruel y por tanto, más creíble en aquel tipo de situación. Incluso Nyx pareció creerselo un segundo. Mientras que mis compañeros me siguiesen el juego seguramente pudiésemos salir de allí.
Y en caso de que no funcionase... Podríamos abrirnos el camino a base de golpes hacia el Bosque de Lotos a la izquierda de aquella estancia que emulaba un falso jardín pero que en realidad estaba cerrado en una especie de caja. Aquel bosque laberíntico era lo suficientemente enrevesado como para deshacernos de ellos sin necesidad de hacerles demasíado daño.
*Iba a poner en un principio "Malfollada" pero no iría acorde a los nulos conocimientos de Ragun sobre esa clase de cosas. En el fondo es un inocentón xDDD