AxelLos guardias parecieron convencidos finalmente por las palabras de Axel, el cual debía conocer a Ronin sin lugar a dudas por su arma. Siempre podía tratarse de un imitador, pero no le pidieron pruebas de lo contrario: simplemente se apartaron y le dejaron vía libre hacia el interior de la tienda de campaña.
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El general Li espera dentro —señaló uno de los guardias—
. Sentimos no haberle reconocido antes, señor.Al entrar, Axel se encontró con dos varones sentados en el suelo, haciendo indicaciones en un amplio mapa con distintas figuras de color rojo y negro sobre él, aparentemente calculando estrategias y movimientos del enemigo. El hombre más anciano le observó directamente, sentado en un pequeño altar de roble rojo; una corta barba grisácea atravesaba su cara, y su pelo estaba recogido en un pequeño mono que marcaba con fuerza sus canas. Su armadura brillaba con energía propia, destacando sobre la del otro hombre e incluso sobre todo el campamento. Debía tratarse del general, sin duda. No como el otro hombre, más joven y con ciertos rasgos parecidos y con una armadura también llamativa, aunque ni la mitad que la de su acompañante.
El mayor, tras dedicar una mirada a Axel y después desviarla hacia su Llave Espada, volvió a concentrarse en el mapa del suelo. Tomó una de las figuras rojas y la movió hacia unas montañas cuyo nombre Axel no pudo leer, pensando.
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Te hemos oído ahí fuera, joven —comentó sin terminar de darle importancia a su presencia, más concentrado en su estrategia—
. Soy el general Li. Yo mismo conocí a Ronin hace años. La gente le tiene por una leyenda, pero la realidad es que... Nos abandonó en mitad de la guerra, tras acabar con la bestia de tres cabezas.El hombre dirigió una mirada por el rabillo del ojo a Axel, con un atisbo de desconfianza palpable. Aparentemente, no terminaba de confiar en él precisamente por su relación con Ronin: si el joven hubiese estado la noche anterior en la familia de los Fa, habría sido testigo ya del resentimiento en algunos soldados de la guerra hacia el Maestro.
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Sin embargo, toda ayuda es bien aceptada en esta guerra —se rindió el adulto, suspirando como si estuviese agotado—
. Como dice el Emperador, un grano de arroz desequilibra la balanza. Pero me gustaría ver tus artes de forma previa. Shang.El joven levantó el cuello de inmediato, impresionado por ser mencionado. El general tomó una espada enfundada y se la entregó al chico, el cual la recibió con una sonrisa.
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Te asciendo a capitán —le anunció, incapaz de borrar una ligera sonrisa de su rostro—
. Eres el primero de tu clase, has demostrado ser un gran estratega... Y además provienes de un impresionante linaje militar... —Li se acicaló el bigote, desviando la mirada con aquellas palabras mientras decía aquellas palabras con orgullo. El joven hizo una reverencia, encantado de su nuevo cargo.
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No le decepcionaré, padre.—
Eso espero, hijo. Hoy me quedaré a observar tu primer entrenamiento, y dependiendo de cómo te vaya, marcharé hacia el frente y te dejaré aquí al cargo o me quedaré algo más de tiempo para prestarte mi ayuda. Y hoy, precisamente, contarás con este joven para tu entrenamiento —el general señaló hacia Axel—
. Estoy seguro de tendrá mucho que enseñar de lo que ha aprendido con su superior.* * *
Fátima—
¡Eh, ese es mi nombre, búscate tú el tuyo! —protestó en voz baja Mushu al oír a Fátima usarlo como apellido, ligeramente descontento. Sin embargo, a Chi-Fu pareció servirle al buscar en la lista.
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Ah, sí, la familia Mushu —comentó el hombre, tachando un nombre de la lista—
. Tan indisciplinados como cuando os entregué la solicitud, que destruisteis por accidente. El apellido viene primero, el nombre de pila después. Vulgar joven...Chi-Fu se alejó mientras soltaba alguna pulla sobre Fátima, pero era mejor así: había sobrevivido al encuentro, su identidad y su sexo no serían descubiertos. La chica podía respirar tranquila ahora que no corría peligro, mientras el insoportable hombrecillo se acercaba a otro hombre con un caballo negro al que no pudo ver el rostro.
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¡Nombre de familia!El joven aclaró su garganta de forma forzada y habló, aparentemente intentando imponer una voz ronca y muy varonil:
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P-Ping —contestó, aparentemente algo nervioso por algo desconocido—
. M-mi nombre es Ping...—
Bueno, ¿vamos a quedarnos aquí parados a esperar a tu amigo o buscamos a Mulan? —preguntó el dragón desde la hombrera de Fátima, impaciente por algo de acción—
. Vengaaa, tenemos que movernos. ¡Imagina si ahora mismo alguien le coge de la armadura y mira hacia abajo! ¡Sin mis consejos para hacerse pasar por hombre, está perdida!Eso era cierto. ¿Pero qué podía hacer Fátima? Ahora que se había librado de Chi-Fu volvía a tener libertad para esperar al joven enviado por Ronin o moverse libremente por el campamento. Quizás se le ocurriese alguna idea de descubrir definitivamente la localización de Mulan, que si había llegado, ya debía estar haciéndose pasar por hombre. Pero al mismo tiempo, a unos pocos metros, el hombre bajito seguía hablando de una risa en el bosque. ¿A qué le sonaba todo aquello? Debía decidir cuál sería su siguiente movimiento...
* * *
Hiro—
¿Y exactamente quiénes son "ellos"? ¿Y dónde están los Villanos Finales esos? —preguntó Hiro a Kefka mientras salían finalmente del bosque en el que el joven se había perdido durante toda una noche. Ambos vieron un campamento cerca de allí, pero el payaso dirigió su caballo hacia otra dirección, pasando cerca pero sin entrar en él.
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¡Estás hecho todo un curioso, por lo que veo! —rió Kefka, doblando su cuerpo hacia atrás para mirar con olos ojos abiertos como platos al rostro del aprendiz—
. ¡Ellos son ellos, por supuesto! ¿Quiénes van a ser si no? Y los Villanos Finales estamos, bueno... Hoy aquí, mañana allí... ¡En todos los rincones del cosmos, buscando el caos!El hombre volvió a reír con fuerza, pudiéndose escuchársele desde lejos, puede que incluso el campamento. A medida que avanzaban, Hiro pudo comprobar hacia dónde se dirigían: un riachuelo cercano al campamento militar, donde seguramente los soldados tomaban su agua potable e incluso pescaban algunos peces para alimentarse. Mientras llegaban, Kefka no tardó en saltar de alegría sobre el asiento del caballo, divertido.
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¡El río, el río! ¡Esto va a ser muy divertido! —aseguró, dejando que su transporte se acercara y bebiera un poco de agua. Se bajó de él y observó su reflejo, pasándose la mano por el pelo y relamiéndose un poco—
. Oh, cada día estoy más guapo, sí, señor. ¡No, perrito! ¡No te acerques al agua, es mía!El loco revolvió en sus bolsillos y sacó unos pequeños frascos de color verde muy fuerte oscuro, pero transparentes. Tenían alguna especie de líquido en su interior que el joven no pudo reconocer.
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¡Nada mejor que pasarse por la Tienda Moguri antes de una misión! ¡Vamos a matar! —Kefka echó a reír como un maniático, con todos los fracos en mano—
. ¡Echaremos tooodo este veneno en el agua y esperaremos a que la beban para ver cómo todos se retuercen y suplican el final de su vida! Uy, y luego... ¡Zas! ¡Entraremos y los freiremos a todos! ¡Primero al general Li, por supuesto! Y después podremos acercarnos a la montaña e ir a por lo que buscamos... ¡Venga! —Kefka dio entrega de uno de los recipientes de veneno al joven—
. ¡Te dejo empezar a envenenarlos a todos a ti primero! Y no se te ocurra beberlo, ¡bobo! ¡Estúpido!De nuevo, Kefka echó a reír como un maniático. Si había lugar a dudas, estaba loco... Y estaba hecho todo un psicópata.
Hiro obtiene Recipiente de veneno misterioso.
Próxima fecha límite: martes, 25 de Septiembre.
Axel se va de congreso hasta el sábado, así que, a menos que postee hoy antes de que salga, faltará un par de rondas que avanzaremos sin él. A su vuelta ya volverá con todas las energías necesarias.