—Vale, esto es más complicado de lo que pensaba —pensé en voz alta mordiendo el lápiz.
Aquella mañana me había levantado temprano para entrenar con hechizos de fuego y tal y como me esperaba, había conseguido que la sala de entrenamiento se volviera una sauna, por lo que ahora me encontraba en la cafetería de Tierra de Partida algo ligero de ropas en lo referente a cintura para arriba, incluso tenía la sensación de que una aprendiza no me quitaba los ojos de encima.
Ignorando cualquier mirada o silbido, seguí mirando los anuncios del tablón en busca de alguna misión interesante, ya que tras el chasco de la Copa Hefesto me había quedado con las ganas de realizar algún trabajillo de forma satisfactoria.
—Salven a Chin-Luz…no, parece que esa ya la han cogido otros —descarté otra misión mas pasando a la siguiente.
La mayoría de los pedidos estaban destinados a aprendices novatos o eran cosas sencillas como buscar frutos, nada que me resultara atractivo. Estuve un rato mas pasando hojas hasta finalmente llegar a una misión que había quedado bastante oculta en el tablón. Curioso por saber cómo había acabado tan tapada aparté algunas de las otras misiones para poder leer al menos el titulo.
—¿Barco…fantasma? —pude leer antes de seguir leyendo el resto de la misión —. Por lo que veo buscan un extraño Sincorazón con forma de barco… Tiene buena recompensa y creo que buscar a ese Sincorazón me vendría bien para poner en práctica lo aprendido.
>>Apuntado —sonreí escribiendo mi nombre en la misión y dejando el lápiz en su lugar.
Con aquello terminado, me dirigí a la salida de la cafetería para volverme a mi habitación y poder ponerme alguna chaqueta o algo por encima, aun tenía la mirada de aquella niña encima de mí a fin de cuentas. Supuse que tendría que esperar un tiempo hasta que alguien más aceptase la misión del Barco fantasma, por lo que aprovecharía el día para leer un rato.