Todo pareció indicar que habían tumbado al cocinero de Tierra de Partida, pero no fue así. Light, quien se detuvo a mirar sus datos, comenzó a retroceder cuando se dio cuenta de que su enemigo volvía a por más.
—¡Aún no hemos terminado de preparar el postre!
No es posible…
—¡El agua ya está en ebullición!
A Higashizawa le crecieron unas alas oscuras y se convirtió en una bestia de exagerado tamaño. Light frunció el ceño mientras contemplaba la altura del monstruo, anonadado.
—¡Haré un caldo con vuestros huesos!
El cocinero transformado volvió a chocar sus puños contra el suelo, produciendo una fisura y creando una lluvia de esquirlas que inevitablemente les dañaron. A continuación rugió, manifestando su furia.
—¡Nadhia! ¡Dame tu poder! —bramó Light. El tatuaje de su espalda reaccionó a su llamada, resplandeciendo con una luz dorada.
A continuación, utilizó Alas de Solsticio y se lanzó a por el cocinero. Aprovechándose de la venda de oscuridad que cubría sus ojos, comenzó a golpearle múltiples veces sin ninguna preocupación: en las rodillas, en el hombro, en la espalda; dando vueltas alrededor de su cuerpo como una avispa molesta y alejándose después de cada ataque, evadiendo y atacando consecutivamente. Para rematar, apuntaría a su rostro, ejecutando Aturdidor en éste.
—¡Gaomon! ¡Desmaterialízate, ya! —le recomendaría Light en el caso de que Higashizawa levantara sus puños y procediera a volver a hacer temblar la tierra. Si carecía de su vista seguramente probaría a golpear a todos utilizando la fuerza bruta como antes. Como no había lugar donde evitar su ataque, Gaomon desaparecía momentáneamente en lo que quedaba de turno para evitar aquella Fisura y Light se mantendría volando.