―Yo tampoco.
Sus dos rivales se encontraban inconscientes, incapaces de levantarse. Ninguno de los moguris podía seguir combatiendo, por lo que recibieron el derecho de pasar a la siguiente ronda. El público les felicitó con gritos y aplausos, aunque no todos estaban satisfechos con el desarrollo de aquel combate. Light comprendía su decepción; cuando un combate de Struggle acababa demasiado pronto, el público reaccionaba de la misma manera.
Light y su compañero regresarían a la antesala, donde esperarían al resto de clasificados. No pudo evitar dirigir alguna que otra mirada indiscreta: entre sus rivales, había todo tipo de curiosas criaturas que llamarían su atención. Algunas parejas realmente intimidaban, mientras que otros no parecían ser una amenaza.
La segunda ronda de combates ya había comenzado.
Light decidió esta vez permanecer en las gradas, con la intención de ver las habilidades de sus posibles oponentes. Algún que otro combatiente le resultó familiar, como era el caso de Neso, el centauro azul que batieron en la primera ronda de la Copa Hefesto.
Quien superara la segunda ronda de combates pasaría a las semifinales. Los combates que se celebraron en esos momentos no tenían comparación con la brevísima batalla que habían tenido Ragun y él anteriormente. Resultaba imposible predecir un equipo ganador a priori: aquellos guerreros que parecían débiles físicamente les sorprendían con poderosas e increíbles técnicas de combate.
Tarde o temprano llegaría su turno. En cuanto les avisaran, Light dejaría su asiento y entraría inmediatamente en la arena.
Equipo Loli
La curiosa vestimenta y los estrafalarios accesorios de aquellos dos jóvenes no podían pasar desapercibidos ante los ojos de la gente de Tebas. Light agarró su arma fuertemente e intercambió miradas entre sus dos adversarios, vigilando sus primeros movimientos. Parecían débiles, de eso no había duda; no obstante, las apariencias solían engañar.
―Crees que podremos vencer a estos dos, ¿Leti? ―preguntaba el chico del parche, bastante inseguro. Light comprobaba atónito que el chaval llevaba consigo un peluche de un conejo. ¿A quién se le ocurría cargar con un peluche en combate?
―Hemos entrenado mucho para llegar hasta aquí, Vito. ¡Ni se te ocurra pensar que vamos a perder!
―Que gane el mejor.
El sonido emitido por el cuerno indicaba que el combate había comenzado. Light se dio cuenta rápidamente de que la chica le estaba apuntando con sus dedos y rápidamente se echó para un lado, esquivando el rayo eléctrico que había salió del dedo meñique de la adolescente.
―¿Te gustan las ilusiones?
La joven pronunció un hechizo que desconocía y creó dos clones: dos réplicas exactamente iguales que ella aparecieron a su lado. Light ejecutó un rápido tajo para crear una Onda Lunar para golpear a la original, la gótica que estaba en el centro. El ataque lunar atravesó una mera imagen suya y pasó de largo. El clon desapareció tras recibir el ataque.
¡Pero si ella era la original! ¡No la he perdido de vista! ¿Se ha cambiado con sus clones tan rápido?
―Sabía que picaría.
Desconocía el truco que había utilizado para engañarle, pero él también tenía un as en la manga. Volvió a transformar su Llave Espada en un látigo y se dispuso a azotar a las dos góticas al mismo tiempo.
El látigo atravesó a ambas y éstas volvieron a desaparecer. De nuevo, solo había golpeado a una ilusión.
―¿Pero qué…?
Entonces, recibió un contundente golpe en la espalda. Algo sólido y frío le había golpeado fuertemente: debía de tratarse de un hechizo Hielo, sin duda. Light se volvió para comprobar al responsable del hechizo.
Pero no había nadie detrás suya. Chasqueó la lengua y empezó a buscar a su contrincante, impaciente.
No estaba por ninguna parte.
―¡Si no puedes verme no puedes golpearme!
"¡Se ha vuelto invisible!" dedujo el chico, conocedor del hechizo Tenue. ¿Lo habría usado al mismo tiempo que creaba esas tres copias?
El público comenzó a alabar las habilidades de la muchacha, entusiasmados por ver a Light en aprietos: aquel combate seguro que no les decepcionaría. Ahora, a Light le tocaba encontrar una forma de batir a su enemiga, debía buscar una manera de localizarla, ¿pero cómo?
Esperaba que Ragun estuviera teniendo más suerte que él.